Un ambiente celestial

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En una de sus aventuras llego a una especie de océano, el agua era cristalina y el viento refrescante. Su caballo estaba cansado y sediento, habían recorrido 3 días continuos sin dormir, sin comida y sin agua.

El caballero se sentó en la arena blanca de esa hermosa playa donde pudo sentir paz. Por otro lado su caballo estaba muy débil y era difícil ver esa imagen de sufrir que tenía su corsel.

El atardecer era impresionante, el ambiente era tranquilo y relajante pero el caballero le dio prioridad a su corsel, el cual poco a poco iba mejorando. Esa playa tenía un aspecto mágico y a la vez celestial era como si los Dioses hicieran ese lugar para las personas con dolor, curándolos de ese terrible dolor.

El caballero y su corsel se levantaron y siguieron buscando su camino el cual seria vivir la mentira o mas bien la verdad que no quería aceptar.

Un caballero sin corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora