El peligro del destino

Capítulo 4

Eran las 10:19, una voz me despertó, abrí los ojos y me encntré con su dulce mirada -Buenos días cielo ¿qué tal has dormido?- le dediqué una tierna sonrisa justo antes de darle un beso -he dormido contigo- se levantó de la cama y se puso unos pantalones -¿eso es bien o mal?- me preguntó mientras buscaba alguna camiseta en el armario -mejor que nunca- me levanté de la cama y me puse mi ropa -Benjamin, son las 10:30 ¿por qué no estamos en clase?- me agarró por la cintura mientras me basaba -ya está todo solucionado, yo estoy en el médico y tu... bueno yo te justifico la falta y no hay problema- me separé de él para cojer mi chaqueta -como mi padre se entere de que no he ido a clase me la voy a cargar- me puse los zapatos y me fui al baño, me recogí el pelo en una coleta dispuesta a irme a mi casa a por la mochila para irme a clase -espera Ilyana. Vamos a tu casa, cojemos tu mochila y, si te apetece, nos vamos a ver una peli, o lo que quieras, a las tres te llevo a tu casa y tu padre piensa que llegas del instituto- me parecía una locura, pero quería hacerlo -vale, pero no vamos a hacer esto nunca mas- le dije sonriendo.

Depsues de ver una película y comer juntos en un McDonald me llevó a mi casa. Antes de salir del coche me dió un beso y me dijo -Ilyana, gracias por lo de hoy- me sonrió, le dvolví la sonrisa y salí del coche -hasta mañana-.

Llegué a mi casa justo antes que mi padre, que venía con una caja -¿qué traes ahí papa?- dejó la caja encima de la mesa, se sacudió las manos y me dijo -no lo abras- yo le hice caso y me fui a mi habitación.

Cojí mi móvil para hablar con las chicas de Valencia, tenía 36 mensajes de 34 conversaciones, los abrí y eran de mis compañeros "Ei imbécil ¿por qué no has ido a clase?" "Hola mudita jajajajajaja ¿no vienes a clase porque te damos miedo?" "Idiota" "Ojalá no vengas más a clase" eran algunos de los mensajes que tenía, no pude evitar soltar alguna lágrima, en ese momento escuché la puerta, era mi hermano -Ilyana ¿puedes bajar?- me limpié las lágrimas y bajé para ver que quería -esa caja es para ti, ábrela, espero que te guste- la abrí y me encontré con un cachorrito muy pequeño que me mirava con unos ojitos brillantes -¡Daniel, me encanta! ¡es adorable!- lo cogí y me lo acurruqué en el hobmro -te vas a llamar Luke pequeño- lo dejé en el suelo y le dí un abrazo a mi hermano -gracias Dani, eres el mejor- en ese momento sono mi teléfono, era un número desconocido -¿si?- -hombre, pero si la mudita tiene voz- había dos personas, ambas soltaron una carcajada y colgué -¿quién era?- dijo mi hermano -nadie, se habían equivocado- me fui a mi habitación, tenía la necesidad de estar sola y de llorar.

Al día siguiente al llegar a clase fui a sentarme en mi sitio, pero mi silla no estaba, Laura la había cogido para poner su mochila, cuidadosmente cogí su mochila, la dejé en el suelo y cogí la silla para sentarme -eh ¿qué haces? dame la silla- yo le hice un gesto de negación con la cabeza y bajé la mirada al pupitre -¿cómo que no?- se levantó y me dió una bofetada, pero justo en ese momento entró Benjamin, ella se sentó e hizo como si no hubiera pasado nada.

A la hora del recreo decidí quedarme en la clase con Benjamin -¿qué tienes en la cara? ¿un moratón? ¿quién te lo ha hecho?- me dijo acariciándome la cara -ha sido Laura ¿verdad? voy ha hacer que la expulsen durante un tiempo- -si, pero por favor no le hagas nada, no quiero que me haga mas daño del que ya me hace- -entonces hablaré con tu padre para que te cambie de instituto- no pude evitar echarme a llorar, me dió un abrazo y cuando me calmé me lo volvió a preguntar -¿quiéres que te cambiemos de instituto?- -No, no quiero que se lo digas a mi padre, no quiero que él sufra por mi- me volvió a abrazar y me dijo -es por tu bien Ily- -¿Ily?- solté una carcajada ¡no pude evitarlo! Entonces sonó el timbre para volver a clase, me senté en mi sitio y fingí estudiar.