Capítulo 17: año nuevo

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Estaba sentada en la repisa de la ventana. Tenía la carta de Narcisa en la mano. Llevaba tres días en tensión constante, sus nervios estaban a flor de piel. No sabía que pensar y mucho menos que hacer.

Recordaba que si el sombrero en primer año la había puesto en Gryffindor era por algo, por tener coraje, lealtad, honor y por supuesto valor. Siempre se había jactado de tenerlo, pero ahora dudaba. Si el sombrero le había dejado elegir era porque algo había cambiado. Las características de Slytherin eran: aspiración a la grandeza y astucia. La verdad es que se había acostumbrado demasiado bien a ser una Black, pero no tenía serias aspiraciones. Astucia tenía y lo sabía, después de varios años con Ron y Harry se había tenido que disfrazar de Bellatrix Lestrange engañando a todos, había fingido con Dolores Umbridge que tenían algo escondido, había encubierto que practicaban defensa contra las artes oscuras, eso entre tantas otras cosas. Y hasta ahora estaba casi segura que a ella no le habían hecho algo parecido.

El problema era Draco Malfoy, que no estaba segura de nada. Hasta ahora creía que el chico la había consolado (eso seguía sin tener explicación) pero no estaba muy segura si había sido por ella o porque quería tener contacto de su época. Ella era la única que podía recordárselo ya que estar con unos padres que eran un poco más mayores no ayudaba. Pero y si le daba demasiadas vueltas y solo quería estar con ella por ella. En estos momentos ese pensamiento solo hacía que se sintiera cada vez menos Gryffindor. ¿Por qué le daba tantas vueltas? Por Ron. Él le había hecho tanto daño que ahora tenía miedo de sufrir. También era cierto que si tenía reticencias con Draco era porque él se las había ganado a pulso. Había visto todos los caprichos de chico en estos años, primero que si quería entrar en el equipo de Quidditch. papa a comprar escobas, después que por ser un tonto orgulloso hizo que sentenciasen a muerte a un hipogrifo que solo le había arañado el brazo y así varios más. Además, ¿Cuándo perdió el asco por los hijos de muggles? Porque a ella no paraba de recordarle que era una asquerosa sangre sucia.

En resumen entre que no sabía si había sido la opción correcta sacar de su vida a cierto rubio y que no sabía que pensaba hacer Narcisa estaba al borde del colapso. Prefería volver a su tranquila vida con sus estudios y sus amigos, aunque estuviese Ron. No estaba acostumbrada a ser el centro de toda la atención y mucho menos a no tener las cosas claras.

Cuando sintió una mano en su hombro, se cayó de la repisa de la ventana. Miró hacia arriba y vio como Regulus le tendía una mano con una sonrisa. Se veía divertido por el susto que le dio.

-Podías haber llamado a la puerta. Casi me matas del susto- le recriminó Hermione con una sonrisa mientras se levantaba.

-He llamado a la puerta, pero no me hiciste ni caso. ¿En qué andabas pensando?-preguntó algo intrigado.

-En fin de año. Mira- le tendió la carta de Narcisa.

-La conozco lo suficiente como para saber que debes tener cuidado ya que hará todo lo que pueda.

-Por cierto, ¿a qué venías?- preguntó Hermione.

-Mi madre invitó a unos primos lejanos y quiere que los conozcas ya que no estarán en fin de año.

Al ver las intenciones de Hermione de querer bajar, el chico le sugirió:

-Será mejor que te cambies.

-¿Por?

Se miró y vio que todavía estaba en camisón.

-Bajo en cinco minutos- comentó mientras se iba a cambiar.

Se duchó rápidamente y se puso un vestido largo, de cuello vuelto y manga larga. Era de color verde ajustado hasta la cintura donde llevaba un cinturón, para después caer libremente. Se puso unos zapatos altos para no arrastrarlo mucho. Se dejó el pelo suelto.

Mira el pasado y verás el presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora