CAPÍTULO #1

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-¿Lo haremos?

-Sí.

-¿Están seguros de esto?

-¡Claro que sí!

-¿Y si me dueleeee? -Lloriqueó.

-No seas ridículo y salta en la cama elástica. -Dijo Tao ya cansado de ver la actitud de Yixing.

-Pero es que no confío en la gravedad. -Lloriqueó Yixing nuevamente, pero ésta vez, hizo un tierno puchero para que así sus amigos dejaran de insistirle.

No confiaba en ello, había escuchado de tantos accidentes que prefería mantenerse alejado de eso.
Tao y Luhan se miraron entre sí, ya habían estado como más de media hora insistiéndole para que saltara, ambos comenzaban a impacientarse. Habían quedado en saltar los tres juntos para que Yixing no tuviera tanto miedo, pero no funcionó.

-Por favor Yixing, es en serio, ya me estoy cansando de esto. -Habló un muy molesto Luhan, tenía un semblante de que faltaba poco para que explote su paciencia.

-No quiero, ¿y si nos sucede algo? Aún tenemos mucho por vivir. -Dicho estoy, Yixing se cruzó de brazos dándoles la espalda a ambos.

Luhan y Tao tuvieron que reprimir la risa, se preguntaban por qué Yixing le temía tanto a las camas elásticas si claramente afirmaban que saltar en éstas era muy seguro.
Pero ya se habían cansado demasiado de estarle insistiendo a cada momento, así que se dieron por vencidos y no querían terminar con su poca paciencia y terminar gritándole cosas feas a Yixing.

-Está bien, tú ganas. -Dijo por último Tao, rompiendo con aquel silencio que por unos segundos se había formado -Pero como castigo por tu cobardía, tendrás que pagar a los extravagantes gustos de Luhan.

-¡Sí! -Exclamó un ahora emocionado Luhan.

-¿Qué? Nooooo, él es muy exigente. -Se quejó el más bajo, a lo que Luhan sólo se puso a pucherear.

-Será tu castigo, saltas en la cama o tendrás que consentir el pequeño Hannie. -Continuó con una sonrisa, acariciando el cabello del susodicho que también estaba sonriente.

Yixing suspiró, rascando con levedad su cabeza y asiente.

-No seas tan goloso, Lu. -Murmuró bajo, pero esos dos lo pudieron escuchar.

Luhan tomó del brazo a Yixing, ya que anteriormenta había tomado la mano de Tao, y fue corriendo hasta alguna tienda donde vendieran dulces junto con sus amadas palomitas de maíz.
Pasaron por todas las dulcerías habidas y por haber de su cuadra, perdiendo la cuenta de cuantos "besitos" o chupetes sabor a fresa habían comprado, también compraron aproximadamente cinco bolsas de palomitas de maíz. Luhan estaba disfrutando mucho del castigo que Tao le había puesto a Yixing, algunas veces ambos se daban miraditas cómplices.
En algunas ocasiones, Tao e Yixing querían comer un poco de lo que le habían comprado a Luhan, pero éste les esquivaba las bolsa y les daba manazos.

-¡Pero si yo te lo compré! -Gritó Yixing, era la décima vez que Luhan le pegaba en sus manitas y le dolía.

El mayor de los tres negó con su dedo y continuó comiendo sus "besitos", provocando al más bajo haciendo unos sonidos no muy agradables al parecer de los otros. Tao aprovechaba esa oportunidad y se robaba algunos de los "besitos" de la funda que Luhan tenía en sus manos. Por suerte para él, nadie se dio cuenta de eso.

Ya se estaba haciendo tarde y los tres amigos partieron cada uno a sus respectivas casas.

A Luhan le dolía mucho su estómago, tal vez no debí comer tantos besitos. . ¡No más besitos!, pensó y luego volvió a comer de aquellos deliciosos y esponjosos dulces que quedaban en su funda.
Aún quedaban como tres fundas más llenas de besitos y Luhan ya se había comido como siete fundas de esas, era más que obvio que su estómago le estuviese pasando factura pero era algo inevitable para él. Son tan deliciosas. .

Unexpected twistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora