El Comienzo

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"Llegar al punto en el que te da miedo encariñarte con alguien por que sabes que tarde o temprano se irá de tu vida" sonreí sarcásticamente, apague mí móvil y baje hasta el comedor.

Ronald: ¡Hija! Justo iba a llamarte.
Carina: ya estoy acá papá y ¿Mama?.
Liliana: acá estoy -grite desde la cocina-

Fui hasta ella, sonrei al ver que estaba cocinando junto con Erika, la cocinera, pastas. Mi comida favorita.

Carina: eso si que huele bien.
Erika: pequeña ¿como estas?
Carina: muy bien -sonreí- permiso -dije para luego untar un trozo de pan sobre la salsa- mm... Esto esta delicioso.
Liliana: ¡Carina! Cuantas veces voy a tener que decirte que no hagas esa grosería.
Carina: ¡perdón! Sólo... Me tenté -Sonreí-
Erika: enseguida va a estar el almuerzo.
Carina: fantástico.

Camine hasta encontrarme nuevamente con mi padre, me senté frente a él.

Ronald: ¿hoy tenes que ir a la empresa de los Estévanez?
Carina: si, tengo cita a las 15:00hs.
Ronald: ¿nerviosa?
Carina: puede ser. Sólo un poco.
Ronald: te va a ir bien hija, tranquila.
Carina: gracias. ¡Ah! Por si lo olvido, cuando salga de la reunión voy a ir al club.

Ronald asintió y nuestra conversacion siguió, el almuerzo se sirvió y como de costumbre almorcé con mi pequeña familia, mamá y papá. Cada vez que me encontraba con ellos en el día disfrutaba cada momento, y sinceramente no dejaba de agradecerles, al fin y al cabo si hoy estoy acá y soy quien soy es sólo por ellos.
Una vez ya lista tomé un taxi y me conduci hasta "Estévanez Hermanos" es una empresa de autos, es decir, se dedica al diseño, creación, ensamblaje, producción, comercialización y venta de automóviles.
¿Que voy a hacer yo en una empresas de automóviles? Desde luego, soy todo lo contrario a eso, es más odio la velocidad, ¡detestó los autos! Les tengo cierto temor, ¿irónico? Si.
En fin, soy una simple abogada que necesita trabajar y ¡no es tan complicado, sólo salió un aviso en el diario! Ash.
Según mi padre dijo que es una de las empresas más importantes en Argentina, de automóviles claro.
No se en que momento pero ya me encontraba en frente del gran edificio, leyendo una y otra vez el gran cartel que se encontraba a mí frente "Estévanez Hermanos" interesante. Mire el reloj y estaba a tiempo, entrar o no entrar esa es la cuestión. Tome coraje, respire profundo y camine hacia su entrada, la puerta se deslizó y me encontre con una enorme y hermosa sala, la decoración era tan preciosa como nunca me lo podría haber imaginado, en las paredes se podía visualizar cuadros de todos los tamaños con imágenes de autos, en el fondo como si fuese un simple adorno había un auto ¡un auto de verdad! Para mí, para vos, para una persona.
Con mi mirada penetraba cada rincón de la sala, pero una voz cálida me sacó de mis pensamientos, era una mujer estatura media, morocha, de tez oscura y una sonrisa adorable.

Carina: un gusto, Carina Zampini.
Sol: un gusto, Sol Estévanez -sonrei- ¿necesita algo?
Carina: Oh -dije un tanto impactada- ¿Estevanez?
Sol: sí, soy una de las dueñas de "Estévanez Hermanos".
Carina: ya veo. Bien, tengo una cita con ¿Enrique Estévanez? -dije algo dudosa-
Sol: ¿Usted es la abogada?
Carina: -asentí- no me llames de usted, por favor -sonrei amorosa-
Sol: Estaba bien Carina, acompañame.

Segui a la mujer con la que hace segundo estaba intercambiando palabras, me llevó hasta el primer pisó para luego caminar hasta el final del pasillo, donde había una gran puerta. Tocó dos veces y se escuchó " adelante " pensé que sólo iba a pasar ella pero, tomó mi mano y entramos las dos.

Sol: ¡Papi! Ella es Carina Zampini.
Enrique: Carina Zampini -sonrei- un gusto doctora.
Carina: el gusto es todo mío.
Sol: cualquier cosa estoy en mi oficina, suerte Cari -dije para luego desaparecer de el despacho de mi padre-
Enrique: Sol es muy confianzuda, pero excelente personas.
Carina: sin duda -sonrei, estaba un tanto nerviosa-
Enrique: muy bien, tome asiento por favor.
Carina: no me trate de usted, por favor.
Enrique: lo mismo digo, me gusta el poder entrar en confianza en nuestra primer reunión ¿Café?
Carina: no estaría mal.

Acompañada de una taza de café la tan esperada reunión comenzó, Enrique Estévanez me comentó varias cosas sobre la empresa, después de todo me interesaba el rol que me tocaba en la misma, y creó que iba a ser un trabajo agradable, acompañado de buena gente, por lo que se ve.
Luego de unas horas, tal vez dos, la reunión dio por finalizada, el señor Estévanez me tenía enamorada, no digo en lo sentimental, si no en lo agradable y el trato que brinda a los demás, o a mí por lo menos.

Enrique: perfecto -dijo luego de revisar los papeles- y agradable -levantó la vista para unirla con la mía- bastante conforme me dejó doctora.
Carina: -sonrei- lo mismo digo.
Enrique: ¿entonces? Acepta trabajar en "Estévanez Hermanos".
Carina: -no puede evitar sonreír- ¡claro! Me encantaría.
Enrique: -me levante de mi silla para ir hasta Carina- entonces le doy la bienvenida a mi empresa, esperó que se sienta cómoda y contenida en la misma. ¿Le parece empezar mañana?.
Carina: me parece fantástico. ¡Muchas gracias!

Me despedí de Enrique, salí de la empresa la cual me había dejado fascinada, aún que sienta un gran rechazó por los autos.
Tomé un taxi y como anteriormente le había comentado a mi padre partí hacia el club, antes mandándole un mensaje de texto al mismo comentando como había sido la reunión.

Anabel: ¡Cari! -grite levantando la mano para que me viera-
Carina: ¡ei, amiga! -fui hasta ella, Ana es mi mejor amiga, hicimos parte de la primaria y la secundaria juntas.- ¿cómo estás?
Anabel: ¡fantastico! ¿Vos? Esa sonrisa me huele a buenas noticias.
Carina: muy buenas -sonrei- acompañarme a ensillar a Salvatore y te cuento.

Así fue como finalizó mi tarde, con la compañía de mi amiga dimos unas vueltas con nuestros caballos y hablamos de todo un poco, fue un día bastante largo pero llenó de buenas noticias.

CONTINUARA...

Inesperado AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora