Comienzo Fallido

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El despertador sonó, sentía mis ojos pegados, imposible abrirlos, me levante de la cama como un zombie, ensendi la ducha y me metí en la misma, el golpe que causaban las gotas fuertes sobre mi cuerpo eran placenteros y se sentía increíble, logre despertar, salí luego de un ligero baño, sepille mis dientes y escogí mi atuendo formal, algo que me gustaba de la carrera que había elegido era la vestimenta, era fantástica. Una vez ya lista baje, él desayuno ya estaba sobre la mesa y mi padre como de costumbre acompañado de su periódico, ofreció llevarme a la empresa pero yo me negué, iría con el chofer.
Me despedi de Marcelo, mi chofer y camine hacia la entrada de la empresa, nunca iba a cansarme de decir lo hermosa que era.

Sol: ¡Cari! ¿Como estas?
Carina: -camine hacia Sol, quien llevaba en su mano derecha un vaso con café- Sol -sonrei- muy bien, ¿vos?
Sol: también, ¿café?
Carina: no gracias, hace un momento desayune.
Sol: bueno, ¿ya conoces tu oficina?
Carina: no, tu papá me dijo que me la mostraría hoy.
Sol: vamos, yo te llevó.

Subimos hasta el primer pisó y nos detuvimos en una de las primeras oficinas, Sol abrió la puerta y me encontre con una habitación cálida, un escritorio en frente, a un costado había una biblioteca y era bastante amplia.

Sol: es esta.
Carina: es muy linda -sonreí-
Sol: que alegría que te guste Cari.
Carina: ¡si!
Sol: cualquier cosa yo estoy justo en frente -señale-
Carina: genial.
Sol: bueno Cari, te abandonó un momento tengo que hacer unos documentos. Pero en cualquier momento voy a pasar a ver como la llevas.
Carina: dale Sol, muchas gracias.

Sol me sonrio para luego ir a su oficina, encendí el computador e ingrese a mi mail, ahí tenía varios mensajes, esto claramente daba comienzo a mi nuevo trabajo.
Mi mañana transcurrió bastante rápido, estaba cómoda y feliz con mi nuevo trabajo, lo bueno es trabajar en equipo, sentirse querida y aceptada en el mismo.
Sol paso por mi oficina varias veces, era un personaje, no dejaba de sacarme sonrisas, Enrique llegó luego de un rato, paso por mi oficina y como todo jefe me hizo unas preguntas, agradable.

Sol: ¿almorzamos?
Carina: dale, la verdad que muero del hambre.

Apague mi computador y fuimos con Sol al restaurant que quedaba en frente de "Estévanez Hermanos", pedimos el menú del día, acompañado de una gaseosa para las dos.

Sol: a si que sos hija única.
Carina: -no creí necesario contar toda mi vida, con eso bastaba: hija única.- así es, ¿vos?
Sol: no, yo tengo un hermano se llama Sebastian.
Carina: ah, y ¿trabaja en la empresa?
Sol: no exactamente en esta.
Carina: -mire confundida-
Sol: vive en España hace 8 años.
Carina: oh, ¿hace mucho no lo ves?
Sol: hace 5 meses, es de viajar mucho a Argentina, o nosotros viajar a España. Allá tenemos también una empresa.
Carina: ¿igual que esta?
Sol: si -sonrei- seguro que cuando conozcas a mi hermano te va a caer muy bien.
Carina: eso esperó -sonrei-
Sol: que lindo
Carina: ¿que cosa?
Sol: esto, que estes trabajando acá y seamos compañeras, creó que podemos ser grandes amigas.
Carina: -abrí los ojos y sonrei asintiendo- ¡claro, porqué no!

Fue un almuerzo agradable, tanto Sol como yo nos pusimos al tanto de nuestras vidas, me pidió que la llevase al club algún día, me dijo que amaba los animales y tenia muchas ganas de subir a un caballo, por supuesto que no me negué. Es más le ofrecí ir el Sábado, ella aceptó.
El trabajo llamaba así que pagamos nuestro almuerzo para volver a la empresa.
Mire la hora 15:30hs. ¡Fin! Ya podía retirarme, termine de revisar el último documento, apague el computador, ordene los papeles que estaban sobre el escritorio, escogí mi cartera y por último salí de la oficina, cuando llegue a plata baja me quede hablando con un caballero: Alejandro. Muy simpático y encantador, no teníamos mucho tiempo para conversar ya que el tenia que revisar el taller y la mercadería que había llegado, quedamos en hablar otro día.
Mi celular sonó un mensaje de Marcelo comentándome que en 5 minutos aproximadamente llegaría a buscarme ¡mierda! Estas son algunas de las veces que maldigo no saber manejar, me senté en uno de los sillones que se encontraban en la sala, tome mi celular para mandale un mensaje a mi amiga Anabel pero un pequeño grito me interrumpió, levante mi vista y vi a una pequeña niña, morocha con dos colitas sobre el suelo, deje mi cartera sin importar sobre el sillón y corri hacia la pequeña.

Carina: ¡ei bonita! -la levante del suelo- tranquila, no paso nada - sonrei- sólo fue una pequeña caída -seque sus lágrimas y luego resfregue su rodilla- ¿mejor? -ella me asintió resfregando sus ojitos, se agachó para levantar su pequeña muñeca y abrazarla-
Mercedes: me shamo meredita.
Carina: hola linda, yo me llamó Carina, pero me podes decir Cari si querés.
Mercedes: Cai.
Carina: ¿estas sola?
Mercedes: no -negué con mi cabeza- etoy co mi papa.
Carina: ¿queres que vallamos a buscarlo?
Mercedes: si - dije y extendí los brazos para que Carina me levantara-
Carina: ¡vamos!

Tome a la pequeña en mis brazos, fui en busca de mi cartera y cuando empecé a caminar para recepción una voz de hombre gruesa y demandante me paro.

Sebastian: ¡Mercedes! -corri hacia la mujer que la llevaba en sus brazos, la cual estaba de espaldas-
Mercedes: papi -dije en un chillido-

Gire lentamente para encontrarme con un hombre morocho, de ojos marrones y una mirada que imponía respeto, tez tostada, cabello castaño oscuro un tanto despeinado y unos centímetros más alto que yo, bueno varios centímetros ya que yo llevaba tacos altos. Este sujeto camino hacia mi y quitó a Mercedes de mis brazos, como si se la estaría por robar ¡bruto!.

Sebastian: ¡hija! ¿Que te dije de hablar con extraños? -mire a la mujer que estaba en mi frente un tanto despectivo, pues quien se cree que es para tener a mi hija en brazos-
Mercedes: pelon -dije apenada-
Sebastian: esta bien hija, pero que no se vuelva a repetir.

Hola, estoy acá. Dije por dentro, este señor era asqueroso.

Carina: sólo la ayude -hable- entró corriendo y se cayó, fue todo. Es más, iba a buscarlo.
Sebastian: bueno -dije sin más-
Carina: -¿bueno? Lo que menos esperaba después de su trató era un "gracias" o ¡por lo menos pedir disculpas por como se refería a mi persona! Cada vez era más asqueroso.- chau hermosa, cuidate y cuida de tu muñeca.
Mercedes: -extendí mis manos había Carina y le deposite un beso en su mejilla- tao cai
Carina: linda -sonrei al ver la reacción de la pequeña, su padre tendría que aprender de ella- chau -dije firme mirando al señor que sostenía a la pequeña-
Sebastian: chau.

Sin más salí de la empresa, estaba molesta ¡pues quien se creía ese tipo para mirar y tener el trató que tiene con cualquier persona! imbecil, era un IMBECIL.

CONTINÚARA...

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2015 ⏰

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