Capitulo 3 - Extrañamente extraño

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El Jueves paso tan rápido que pareciera que el padre tiempo decidió saltarse un día.  El desconocido, ahora nombrado "Nicholas"  me miro todo el tiempo que estaba cerca suyo, pero nunca me dirigió la palabra.

 Incomodo.

Hoy era viernes, y nada nuevo pasaba en mi vida. Esto empezaba a ser extrañamente extraño. Ya que a mi siempre me tiene que pasar algo, bueno o malo, pero algo.

Al salir del instituto, Theo y yo íbamos  de camino a casa, para almorzar algo y luego de unas horas arreglarnos para ir  a los bolos como habíamos acordado.

-¡Marie! Theo esta aquí - Grito mi madre.

-Ya voy mamá - Me puse unos jeans rasgados y una remera coral, con unas Vans del mismo color. Algo simple, no iba a una discoteca ni nada por el estilo.

Al bajar encontré a Theo en la sala hablando con mi hermana mientras tomaba un poco de agua.

-Ya, ¿Nos vamos?- dije mientras lo rodeaba con mis brazos.

-Claro Sky, Nos vemos tía - dijo a mi madre. Le dice así desde menos de un año de conocerla.

-Que les vaya bien chicos, y tengan mucho cuidado- dijo caminando con nosotros hacia la puerta y despidiéndose de nosotros mientras movía la mano.

Los bolos quedaban en un local cerca de casa, y como todavía estaba claro el día, fuimos caminando hacia allá.

Al llegar Theo pidió zapatos para ambos, y nos colocaron en una de las secciones y empezamos a jugar. Debo admitir, que solía ser pésima para esto, pero Theo no. Así que el decidió enseñarme y ahora, hay veces en las que lo aplasto.

Luego de varios lanzamientos,  gané.
El alumno superó al maestro.

- ¡En tu cara amigo mio! - grité como loca mientras hacia un extraño baile.

-¡No se vale Skylist!- dijo  Theo haciendo un lindo puchero con sus labios. Se miraba tan tierno.

-Vamos Theodore, acepta tu derrota.- dije riendo y dándole un abrazo, el cual el simplemente tomó pero no correspondió. -Eres un resentido.

-Te odio Marie- dijo poniendo sus ojos en blanco.

-Se que me amas tonto.- dije mientras lo abrazaba mas fuerte, y segundos después me correspondió el abrazo.

-Lo sé. Pero sigo odiándote también-.

Luego de la paliza que le di a Theo, fuimos a la cafetería que estaba en el local y pedimos unas alitas picantes con papas fritas. Una de mis comidas favoritas para los bolos.

-Voy al baño, No me extrañes- dijo Theo mientras se levantaba.

-Esta bien, no lo haré - dije yo riendo un poco.

Inspeccione un poco el lugar, y no imaginé toparme mi vista con la suya.

Estaba allí, con su misma mirada, tan penetrante como siempre.

Y estaba con alguien mas. 

Solo que ese alguien lo estaba ignorando completamente por su celular.

Al él darse cuenta de que yo lo observaba, se levantó, dijo algo a su acompañante y caminó directo hacia mí, sin apartar su mirada.

-Hey preciosa, que coincidencia encontrarte por estos lugares- dijo mientras reposaba sus codos en la mesa, eran altas, así que no necesitó sentarse.

-Primero, no me digas preciosa.- dije apartando un poco mi cuerpo de la mesa. -Segundo, vengo aquí seguido, así que la coincidencia es verte a ti aquí.

-Tranquila, solo quería venir a saludarte, no necesitas enojarte conmigo linda.- dijo sonriendo.

-Ya basta con tus elogios ¿No crees?- dije mientras por dentro estaba que ya quería matarlo.

¿Quién me entendía, no? Un súper chico, muy guapo, me estaba elogiando, y yo me enojaba. Lo malo de él es que es un engreído, eso es.

-Ya, lo siento si lo hago, es solo que ya te dije que es la verdad-.

-Ok, no importa, entonces... ¿Qué haces por aquí?- dije con cierta curiosidad.

-Mi amigo Johan me invitó, pero resulta que su celular es más interesante que este hombre que está aquí- dijo señalándose con aires de grandeza.

-Tu ego es muy grande- dije sin pensarlo.

-¿Crees que soy ególatra?-. dijo algo ofendido.

-Hey cariño, ya volví... ¿y él es...?- dijo Theo, ya hasta me había olvidado que fue al baño. Dios, se tarda más que una mujer.

-Soy Nathan.- Dijo él presentándose, se notaba serio. –Bueno, Tu noviecito ya volvió, me voy.- dijo volteando a verme. –Adiós Skylist-.

Se fue con una cara que enserio parecía confundirme. Este chico apenas y me conocía y ¿ya parecía estar celoso? No sé qué piensa.

-¿Qué onda con ese tipo Sky?- dijo Theo medio asustado por su actitud.

-No lo se, y sinceramente no me interesa.

Comenzamos a comer. Las alitas estaban deliciosas.

 Por Dios, enserio amo la comida.  Es un regalo del cielo.

Al terminar, Theo y yo nos levantamos y fuimos camino a casa. No mire nuevamente a Nathan, desapareció. Al llegar a casa, Theo me dejo en la puerta, me dio un fuerte abrazo y entré.

Fui camino a mi habitación y encendí un rato la computadora. Me puse los audífonos y empecé a escuchar algo de música. 

Hold on, We're going home sonaba por mis audífonos. 

Empecé a tararear la canción hasta que cambió y así siguió mi noche hasta que caí rendida.


Little Miss Awesome.Where stories live. Discover now