Saint Seiya: Ser caballero no es fácil

Capítulo 14

En la mansión Kido

Milo: ¡YA DEJEN DE REIRSE Y CAMUS, APRESÚRATEEE!

Camus: ¡Jajajajaja! ¿Ah, qué?

Milo: ¡tus técnicas, joder!

Camus: ahh claro... ok, aquí voy.

Camus empezó a elevar su cosmos.

Aioros: heeey, no se vale, ¡¿y por qué tú sí usas tu cosmos?!

Milo: ¡shhh! ¡Cállate!

Shaka: pero él mismo dijo que no se nos permite usar el cosmos si no hay ninguna guerra santa.

Dohko: ¡la barbie buda tiene razón! También el burro. ¡Humano con alas, no se vale!

Milo: ¡lo sé!, pero quiero ver que hace.

Camus continuó elevando su cosmos.

En algún bar de mala muerte...

Hyoga estaba de lo más normal tomando agüita, hasta que de repente sintió un enorme cosmos muy familiar.

Hyoga *pensando*: este cosmos se me hace familiar y no es de ninguno de mis amigos... creo que me llama... mmm... ¡veamos quien es!

Contesta al cosmos

Hyoga: ¿diga?

Camus: ¡¿DÓNDE MIERDA TE HAS METIDO, PEDAZO DE HIELO MAL CONGELADO?!

Hyoga: ¡ma-ma-maestro! Ehh, pues... espere, ¿a qué se refiere por "dónde"?, para empezar, ¿qué hora es?

Camus: son las 10 p.m.

Hyoga: ...

Camus: ¡Hyoga!

Hyoga: ¿diga sensei?

Camus: ¡te quiero aquí YA! ¡A los cinco, ahora mismo!

Hyoga: pe-pero...

Camus: ¡NADA DE PEROS! ¡DIJE YA!

Fin del cosmos llamada

En el momento en que Camus le dió el último grito a Hyoga, éste rompió el contacto con el cosmos y volvió a la realidad.

Hyoga: ¡ya voy maestro!

Seiya: ¡salud!

Hyoga: ¡gracias!... NO, ESPERA, ¡¿QUÉ?!

Seiya: eso te iba a preguntar yo.

Shiryu: te quedaste viendo al centro de la mesa por un buen rato.

Ikki: sí, parecías estúpido. ¿Has soñado dormido, Pato?

Hyoga: no, me comuniqué por medio del cosmos con mi maestro.

Seiya: ahh, ¿y que quería la doña?

Ikki: Joder de seguro.

Hyoga: no, me dijo que nos quiere en la mansión de inmediato.

Ikki: ¿ves? Te lo dije.

Shiryu: ¿pero por qué?, está temprano... solo son las dieeee... emm... creo que sí hay que regresar ya.

Seiya: ¡noo, no quiero abandonar este lujoso restaurante!

Ikki: nah, yo tampoco.

Hyoga: ustedes lo dicen porque no los hará mierda a ustedes, pero a mí... ¡Ja, quiero recordarlo! ¡Vamos es hora de irnos!

Dijo mientras se levantó de golpe de la mesa, sin darse cuenta que detrás de él había un tipo gigaaaante que bebía un gran vaso de cerveza, la cual se volvió sobre el tipo en cuanto Hyoga chocó con él por accidente.

Hyoga: ...

El tipo se quejó enojado, y el lugar quedó en total silencio, Hyoga no necesitó explicaciones de la situación. El ver a sus amigos boquiabiertos y viendo con temor por encima de su hombro le hizo bajar la mirada a la mesa y rezar internamente.

— G