Nos acostamos en el chirriante colchón.
-No me hagas nada que te conozco.
-Me va a costar.Me has dicho que me quieres.
-Lo se...es que tu...em...tu sonrisa.
-Dejemoslo en mi que me quieres,no estrpees el momento.
Me abrazó por la espalda.Su aliento chocaba con mi nuca.Era tan agradable. Me estaba quedando dormida cuando...
-¿Que haces?-pregunte
-Nada.
-Venga ya Ruben,me estas tocando la pierna con los dedos.
Levanto las dos manos y seguía sintiendo esa sensación de dedos.Ruben levanto la manta y pego un grito de nena.
-¡Una araña!¡Aaaaaah!¡Socorro!¡No,no,no,no,no,todo menos eso!-grito Ruben mientras pegaba un brinco.
Cogi a la araña y la saque de la casa.Me asegure de que no entrara.No me apetecía otro grito.El ojo había cambiado a un violeta intenso. Pobre,se había cagado de miedo.
-Anda acuestate,principito.
-Me da cosa.
-Hagamos una cosa.Te acuestas y yo te dejo hacer lo que quieras siempre y cuando haya ropa de por medio.
-Me conformo.-en seguida se metio en la cama.
Me abrazo por la espalda.Pero esta vez,una de sus manos estaba en mi hombro,su cara estaba mas pegada a mi cuello y su amiguito despierto.
-Controla al amigo.
-Es imposible teniendote a ti.