Él
¡Puta alarma! Uff que palo volver al instituto. Bueno Blake, piensa que es el último año. Además para final de curso cumples 18 y por fin podrás hacer lo que te dé la gana.
Son las 6:30 de la mañana, y me levanto con desgana para empezar el último curso de instituto en el Santiago Sobrequés, instituto público de Girona. Bajo a la cocina y me tomo una Monster y una bolsa de patatas Lay's. Lo sé, como mucho y muy mal, aunque lo compenso con todo el deporte que hago. Dicho esto, subo de nuevo a mi habitación y me visto para ir a correr. Aprovecho que empezamos a las diez por ser el primer día de instituto.
Salgo de casa, me pongo los auriculares al son de 2pac y voy en dirección al parque. Pienso en mis cosas cuando corro. Pienso en la vuelta al instituto y todos mis 'amigos'. Todos los que me conocen creen que soy un superficial. Eso es porque en verdad no me conocen. Siempre me muestro como no soy, para gustar a la gente: extrovertido, engreído, sobrado, pasota,... Nadie conoce mi lado oscuro, o mejor, puede que lo llame lado claro, al fin y al cabo es el lado de 'niño bueno' que tengo. Pero estoy dispuesto a cambiar.
Pensando y reflexionando, concentrado en mi pequeño mundo, levanto la mirada del caminito de tierra y... ¡Mierda! ¡Que choco! Una chica que también corre, grita justo antes de caer al suelo.
-¡Oh! ¡Perdona! ¿Estás bien? -le digo.
Ella hace que sí con la cabeza. La ayudo a levantarse y baja la mirada rápidamente mientras se sacude cualquier rastro de polvo de sus pantalones cortos. Joder, que bien le quedan... ¡Concéntrate Blake! Intento encontrar su mirada pero evita el contacto visual a toda costa. Parece una niña asustada, aunque debe tener más o menos mi edad.
-De veras que lo siento, iba pensando en mis cosas y no miraba por donde iba. ¿Estás bien? ¿De verdad?
Ella vuelve a asentir, y de repente echa a correr. Se le ha deshecho la cola. Ahora su pelo se mueve lentamente al son del viento. En fin... ¡Uy que tarde! Debo volver a casa para ducharme y cambiarme.
Ella
¡Dios mío! ¡Qué día llevo! Nueva ciudad, nuevo instituto,... ¡Y encima ahora me pasa esto! Qué vergüenza por favor... Espero no volver a ver a ese chico en mi vida... Aunque, sus ojos verdes y preocupados lo hacían parecer muy buen chico... ¡Pero qué dices Lenn! ¡Cállate anda!
Me meto en la bañera llena y me sumerjo bajo el agua perfumada mientras escucho mi canción favorita de todos los tiempos My Immortal de Evanescence. Cierro los ojos mientras canto a pleno pulmón. De repente llaman a la puerta y alguien me dice:
-¡Lena! ¡Cállate que vas a hacer llover y aún es verano! ¡No quiero que llueva en verano!
-¡Cállate enano!- le digo mosqueada mientras oigo sus pasos alejándose.
Ese era mi hermano, Jimmy. Ese granuja es a veces insoportable, aunque lo amo con locura. Al fin y al cabo, es mi hermano pequeño.
Ahora, en paz, me pierdo entre las notas y la melodía de Salted Wound de Sia, de la banda sonora de 50 Sombras de Grey. Se acaba la canción y estalla la guitarra de Green Day con American Idiot. [Tengo de todo en este maldito móvil. Cuando lo pones en 'shuffle' nunca sabes qué va a sonar.] Qué extraño, papá ya estaría dando porrazos en la puerta exigiéndome que bajara la voz. Me levanto y me envuelvo con la toalla. Cojo mi Bq y miro la hora.
No puede ser... ¡Las nueve y media! ¡Empezamos a las 10 y vivo a 15 minutos del instituto en moto! Pero lo peor no es eso... ¡Todavía me he de secar, peinar y vestir!
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Acéptalo.
Teen FictionEn el mundo hay dos tipos de personas: las que creen en el destino y en que todo pasa por alguna razón, y las que creen que todo en la vida son una serie de casualidades, una tras otra. Pero, ¿se puede cambiar de parecer de un día al otro? Lenn era...