Relatos BTS yaoi lemon

Parte 1 Relato de JungKook

Cuando empezamos la universidad nos tocó en la misma clase a mí, y a Jimin, nos hicimos amigos al instante . Desde el primer día nos caímos bien y nos hicimos muy buenos amigos, aunque Jimin era 1 año mayor que yo. Además vivíamos cerca uno del otro por lo que desde entonces siempre estábamos los dos juntos estudiando y jugando en la casa de uno u otro. Un día teníamos que preparar un trabajo para presentar en clase me quede a dormir en casa de Jimin, las veces que había estado antes había notado que sus papas no estaban allí y solo estaba  su hermano,  pero nunca pregunte hasta ese día y Jimin me dijo que sus padres viajaban mucho debido a su trabajo y que prácticamente vivía solo con su hermano, su hermano era un chico 3 años mayor iba a nuestra misma universidad y estamos juntos en clase de actuación su nombre era Jin y es realmente bello es más alto que Jimin su piel es más clara también, tiene unos labios hermosos. Esa noche descubrí que yo  era gay no podía dejar de pensar en Jin.

Convencí a Jimin de que también tomara la clase de actuación así podía hablarle a Jin ya que cuando estaba en la casa de Jimin el solo decía hola, todo resulto como lo había planeado de pronto ya no era solo el amigo de Jimin sino también de Jin los tres nos hicimos inseparables, y yo amaba mas que nada los trabajos de la clase de actuación aunque fuera hacer libretos de obras con miles y miles de hojas mejor para mi mas tiempo pasaba con ellos, en su casa.

Una de las veces que nos reunimos los 3 para hacer las dichosas adaptaciones , Jin apareció con unas revistas pornográficas heterosexuales, y nos pusimos a verlas con mucha curiosidad y morbo.

Pronto se nos notaban tremendas erecciones que no podíamos ocultar con nada. Nos mirábamos uno al otro y nos hacíamos bromas al respecto, entonces Jin nos dijo que estaba muy caliente y se iba a hacer una paja (masturbarse), si  queríamos pajearnos nosotros también. Jimin y yo estábamos tan calientes que ni bien lo dijo ya teníamos los pantalones y el calzoncillo abajo y estábamos pajeándonos como desesperados. Durante las próximas semanas estas pajas en grupo se siguieron repitiendo siempre que teníamos oportunidad y conseguíamos nuevas revistas o videos que veíamos juntos. Después de unas cuantas veces ya estábamos bien organizados, preparábamos todo, bebidas, la película, nos desnudábamos completamente y a pajearnos hasta sacar toda la lechita.

La verdad que a mí me daba mucho morbo verlos desnudos, con sus penes bien parados, como gozaban, las caras que ponían cuando se pajeaban y cuando acababan, me gustaba ver como les salía chorro tras chorro de leche de la verga. En vez de prestar atención al video, lo que ocurría casi siempre, me concentraba en ellos y me hacía la historia de que era yo el que los masturbaba y después ya no me alcanzaba con pajearlos, me imaginaba mamándoles los penes hasta sacarles hasta la última gota de leche de los huevos. Pero nunca les dije nada de mis deseos, tenía miedo de que se enojaran conmigo y los perdiera como amigos.

Todo cambió el día anterior a que yo cumpliera 18 años, nos habíamos reunido para estudiar, Jin había sacado una botella de Whisky al padre para que festejáramos y estábamos esperando a media noche para tomarla. También habían conseguido un nuevo video, así que íbamos a festejar con todo, Whisky para tomar, una buena película y unas buenas pajas. A las doce ya teníamos todo preparado así que empezamos a tomar, pusimos la película y no había terminado la primera escena que ya habíamos acabado los tres. Seguimos tomando un buen rato, estábamos los tres en bolas prontos para empezar en cualquier momento una segunda ronda de pajas y ya estábamos bastante mareados, yo no podía ni pararme. Tampoco podía sacar la vista de mis amigos totalmente desnudos, con los penes erectos que tanto morbo me daban.

Entonces Jin, me dijo que como era mi cumpleaños les dijera que me gustaría de regalo así ellos luego lo compraban. No se de donde saqué fuerzas y me animé a decirles que quería de regalo que me dejaran cumplir mi deseo mas oculto, que me dejaran chuparles los penes hasta sacarles toda la leche. Enseguida los dos me dijeron: pero eso es cosa de putos, no sabíamos que a ti te gustaba los penes. Y continuaron diciéndome cosas por el estilo hasta que yo me sentí mal, me acosté en la cama, me tape con la frazada y me puse a llorar. Cuando me vieron llorando no me dijeron más nada y al rato se acercaron los dos y me pidieron: que no llorara más, que era una broma, y no querían hacerme sentir mal; que no les interesaba los gustos sexuales que tuviera, que cada uno es dueño de hacer con su vida lo que quiera, que igual iban a seguir siendo mis amigos y para probarlo me iban a dejar chuparles todo lo que quisiera.