Capitulo 15

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  *Narra Samuel*

Me desperté al oír unos ruidos en el piso de arriba, me había quedado dormido en el sofá, todo estaba oscuro, a penas se veían las rosas y las velas se habían consumido.


Pensé que Guille había llegado tarde y cansado, y al ir directo a la cama no me había visto allí tumbado en el sofá. Subí al dormitorio y no podía creer lo que estaba pasando.

*Narra Guillermo*

Estando en la discoteca conocí a un chico muy simpático y divertido, estuvimos hablando y bebiendo, me sentía muy bien. Ya eran al rededor de las 5 de la madrugada..

Guille: ¿Quieres venir a mi casa? *dije muy borracho*

*****: Claro *dijo muy convencido riendose*

Al llegar a mi casa él me besó en el umbral de la puerta y decidimos continuar en el dormitorio.

Guille: ¡Espera! ¿Cómo te llamas? *dije riendo*

*****: Ah, me llamo Rubén *dijo mientras volvía a besarme*

Estábamos en mi cuarto cuando de repente ¡entró Samuel! ¡no podía ser!

Entró y tras dedicarme la mirada más triste y decepcionada que había visto jamás dió media vuelta y bajo a toda prisa las escaleras, y cerró la puerta dando un portazo.

Traté de seguirle para disculparme y al encender la luz del salón me encontré con un montón de rosas y restos de cera que debían de haber sido velas, pero eso no lo era todo, también había en la mesa un menú de comida que tenía pinta de ser exquisita.

Esta vez si que la había cagado, él venía para arreglarlo y a cambio me encontraba en mi dormitorio con Rubén...pese a ser un hombre no pude evitar llorar, deslicé mi espalda por la pared hasta llegar a sentarme en el suelo y quedarme allí, inmóvil, deseando que todo fuese un sueño, pero sin duda no lo era.

Al ver que no subía, Rubén bajó y al verme acudió a ver que me pasaba, se lo conté todo y él me confesó que también estaba enamorado, de un tal Mangel.

Y allí estábamos, hablando, llorando...tirados en el suelo de la sala de estar.

Guille: No sé si sabes lo que se siente cuando quieres a alguien más que a nada y aunque intentes estar con él siempre acabas jodiendola *dije entre llantos e intentando limpiarme las lágrimas*

Rubén: Sí, lo sé, Mangel es mi vida, pero tengo miedo de que no sienta lo mismo y quedar como un estúpido *dijo mirandome con unos ojos llenos de lágrimas*  


Wigetta LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora