Capitulo 19

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 *Narra Guillermo*

Estaba claro que después de aquello, Samuel y yo volvíamos a reconciliarnos, lo cual causaba en mí un estado de felicidad permanente, al fin volvía a poder besar aquellos perfectos labios y mirar fijamente aquellos preciosos ojos.

Aunque Samu intentó ser cariñoso e ir con cuidado acabé dolorido, pero no importaba, ahora estabamos juntos.

Al salir de los servicios, al dirigirnos a la mesa, vimos a Rubén y a Mangel salir cogidos de la mano riéndose. Aquello sólo podía significar una cosa, Rubelangel era real, realmente él tenía razón, una comida había bastado para solucionar todos nuestros problemas.


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