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Capítulo 4.

Tener a Noel junto a mi en el exámen no era muy satisfactorio y tampoco muy cómodo. Cada medio segundo se volteaba para contemplarme, ya me estaba dando miedo.
Giraba la cabeza cada tanto para escribir en su hoja, pero al minuto, enfocaba su mirada en mi.

- ¿Podrías dejar de hacerlo? - susurré para que la profesora no me oyera - Encerio, estas asustandome...

- Todavía no me respondiste - yo alzé las cejas, confundida - Lo de la cita, digo.

- ¿Cita? - reí - Jamás habíamos hablado de una cita y tampoco pienso hacerlo...

- ¿Qué es lo que te lo impide? - respondió sonriendo.

- Básicamente, tú - sonreí y me volví hacia mi hoja de exámen y comenzé a simular, haciendo que escribía.

Terminé mi exámen sin ninguna interrupción y me había ido bastante bien. La campana sonó y lo primero que hice fue tomar mis libros y dirigirme al banco de Holly para preguntarle como le había ido ;

- ¿Y? - le pregunté tomandola del brazo, ya que estaba saliendo del aula - ¿Cómo te fue?

- ¡No tengo idea! Espero haber aprobado, no tenía la más mínima idea de que me estaba preguntando. Esa vieja está chiflada...

- En eso tienes razón - le respondí mientras comenzabamoos a caminar para dirigirnos a la salida. Las demás horas fueron rápidos ya que el lunes no era tan agotador, aunque tener el exámen si lo había sido.

Finalmente había sonado la campana de fin de día y me dirigí a mi casillero, donde se encontraba Holly... apoyada en el.

- ¿Pasa algo? - pregunté mientras comenzaba a guardar y a tomar libros.

- Estoy pensando... - respondió ella.

- ¿Pensando? - reí - ¿Te gustaría pensar hoy por la noche? ¿En mi casa? Stella se va por dos días a New York, a venderle unos pasajes a unos extranjeros. Creo que le iban a pagar en euros - dije riendo. Holly se volvió hacia mi, con el rostro inexpresivo.

- ¿Encerio estas preguntando? - respondió con un tono de burla en su voz - Voy a salir con Mark...

- ¡Oh, lo siento! No recordaba que mi mejor amiga parece una niña de 12 años - comenzé a caminar con los libros en mis manos y Holly me siguió el paso, casi pisandome los talones.

- No me parece gracioso que te estés burlando de mi - me gritó cerca del oído. Giré el cuerpo para tenerla frente a frente, me había molestado ese gesto.

- ¡No seas maleducada! - exclamé con una mirada desafiante - Y no me estoy burlando de ti, solo te estoy corrigiendo.

- ¡Deja de corregirme y deja de ser tan correcta tú! - gritó, se le había zafado algun tornillo - ¡Así vas a quedarte sola! - tragué saliva al oír esa frase.

Me había dolido y mucho. ¿Sola? Sí, iba a quedarme sola. Lo sabía desde pequeña, desde que mis padres murieron, desde que mi vida no era más que patética.

- Lo sé, gracias por recordarmelo - sonreí y le dí la espalda a Holly mientras que una lágrima caía por mi mejilla. ¿Cual era la necesidad de recordarmelo? ¿De recordarme que, aparte de Stella, no tenía a nadie más que me amara o que cuidara de mi?

Subí a la mini-van completamente bañada en lágrimas y lo único que hice fue encender el coche y largarme de allí. El camino hacia mi casa había sido interminable ya que no podía quitar de mi cabeza la voz de Holly y lo que me había dicho.

Tomé las llaves de la casa y entré.

Luego de dos horas de estudio decidí tomar un baño. Me desnudé dentro del baño pero alguien había tocado el timbre, supuse que el viaje de Stella se había cancelado y era ella, así que rapidamente me coloqué la toalla y bajé los peldaños de las escaleras a toda velocidad.

Cuando abrí la puerta, me tragué el grito. Por mi propia seguridad...

- Oh, lo siento - aunque sabía perfectamente que no lo hacía - ¿Interrumpo algo?

Tragué saliva y quedé paralizada, sabiendo que me encontraba semi-desnuda. Frente a Noel...

- ¿Qué haces aquí? - le pregunté sorprendida. El no dijo ni una palabra - ¡Sí interrumpes algo, estaba a punto de ducharme!

- ¿Ducharte? - sonrió maliciosamente - Me contaron que de a dos la ducha se torna muy divertida...

- Pervertido - susurré por lo bajo, aunque me oyó perfectamente - Vete de mi casa...

En un abrir y cerrar de ojos Noel se movió y cerró la puerta de una patada con la pierna.

- Vine a quedarme - sonrió.

- Pues yo no te invité. ¿Sabías que es de muy mala educación ir a donde no se te invita? - respondí acomodandome mejor la toalla. La situación me incomodaba.

- Técnicamente si lo hiciste - tomó una manzana del canasto que había en la mesa de la sala de estar y le dió un mordisco - Jamás le explicaste a Holly que sucedió la otra noche y tampoco le contaste quien era yo...

Lo reconsideré varias veces y llegué a la conclusión que el tenía toda la razón. Recordaba perfectamente cuando me había dicho que si no le contaba nada a Holly iba a volver a verlo y , por algún motivo, no lo hice. Me quedé callada y le escondí a mi mejor amiga la existencia de Noel y lo sucedido en la cafetería.

- No tenía importancia - respondí, luego de unos segundos. El sonrió y me guiñó el ojo - Si no te molesta, voy a ducharme.

- ¿Ya lo pensaste dos veces? Lo de la ducha de a dos, no solo va a ser divertida si no que también vas a ayudar al medio ambiente. Ahorraremos agua - respondió alzando una ceja. Puse los ojos en blanco y me dirigí a la escalera ;

- Vuelvo en unos minutos...

- Pobres delfines.

- Callate...

- Diselo a ellos, tú seras la causante de sus muertes - ¡era tan irritante! Subí los peldaños a toda velocidad y en segundos me encontraba en mi habitación con la cabeza apoyada sobre la pared.

¿Qué iba a hacer? Tenía a Noel en mi sala de estar y sabía que no venía precisamente a estudiar. Venía a tener una cita. Jamás había tenido una y tampoco me interesaba mucho, no podía negar que la oferta me tentaba pero me había tomado completamente por sorpresa.

Nunca me hubiese imaginado que iba a ser capaz de aparecer en mi casa...

Es más ¿cómo diablos tenía la dirección?. Tenía tantas preguntas en mi cabeza que decidí intentar decifrarlas bajo la ducha caliente. Luego de estar unos diez minutos allí había llegado a la conclusión de inventarle una excusa, como que tenía que estudiar.

Me puse unos vaqueros y una camisa blanca y bajé descalza. Eché un vistazo antes de delatarme por completo, pero no ví a Noel. Continué bajando los peldaños y no se encontraba en la sala de estar.
Caminé unos pasos más.

Noel estaba en la cocina... solo en traje de baño.