¡Lo siento, me arrepiento!

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-Vamos a hacer una fiesta invitaremos a unos amigos del pueblo -me contesta. Yo sigo mirando esos ojos color caramelo que me hipnotizan cada vez que los veo.¿Te vienes?-cuando me lo pregunta me bajo de las nubes y le contesto

-Vale.

Mientras me alejaba de él,me gritó:

-¡Ponte guapa!

-¡Y tu una camiseta!-no miré hacia atrás, pero sabía que estaba sonriendo ante mi respuesta.

Cuando entré a mi habitación empecé a revolver el armario en busca de algún conjunto que pueda llevar de fiesta. Hablando de fiesta, no le pregunté a que hora sería, me di una bofetada mental, pero luego pensé, si la fiesta es aquí al lado, cuando empiece a oír música, sabre que habrá empezado.

A las 10 de la noche mas o menos, se empezó a oír música, pero para no ir muy repentinamente espero asta las 11.

A LAS 11 DE LA NOCHE

Me encontraba en frente de la casa de mi vecino dispuesta a entrar a la fiesta, que la verdad es que no se que hacia allí, no conocía a nadie, ni siquiera lo suficiente a mi vecino, como le podía haber dicho que si. Por otra parte, tenía que hacer amigos, llevaba 3 semanas aquí y no he hablado mas que con mi madre, lo cual es muy penoso.

Toco dos veces la puerta, pero nadie me abre, vuelvo a tocar, pero ni caso. Empujo un poco la puerta y se abre, vuelvo a tocar, así que entro. Empiezo a buscar a Dylan ya que es el único que conozco, pero no lo encuentro. Ando por lo que parece ser el salón ahora es mas bien una discoteca. De repente, una mano se apoya en mi cintura, me voy girando poco a poco para ver quien era y... era él otra vez, bueno tiene sentido que fuera el al fin y al cabo era su casa y su fiesta.

-Hola-le dije.

-¡Te has puesto guapa!- me contestó.

-¡Y tu una camiseta!- cuando se lo dije se empezó a reír

-Esta camiseta no va a estar aquí por mucho tiempo. Ven voy a presentarte a unos colegas.

Le seguí asta un grupo de chicos bastante guapos.

-Tíos, esta es Chloe, la vecina de al lado.

-Hola- les dije.

-¿Dylan esta quien es otras de tus follamigas?-dijo uno de ellos.

Cuando Dylan lo escucho, le dio una colleja y el otro solo se rió. A mi derecha apareció una chica morena, pero pálida con una copa en la mano y con un conjunto precioso.

-Como no quedaba mojito te he traído un malibú- le dijo la chica a el moreno que hizo ese comentario a Dylan. ¿Te parece bien?-el moreno asintió con la cabeza.

-Sam esta es la vecina de al lado- le dijo Dylan.

-Encantada, soy Chloe.

-Yo soy Sam, me encanta tu conjunto.

-Gracias y a mi el tuyo.

Bajó la vista asta mi muñeca y miró el tatuaje que me hice hace dos años. Me tatué las siglas de los juegos del hambre (LJDH).

-¿Son las siglas de los juegos del hambre?-me preguntó.

-Si.

-Me encantan los juegos del hambre, tu y yo nos vamos a llevar muy bien. Nos reímos y luego me preguntó:

-¿Quieres beber algo?

-Vale.

-¡Cuidado con ella!-gritó Dylan a lo lejos y oí como se reían los demás. Sam le sacó el dedo del medio y fuimos a la cocina.

THE ANGELS ALWAYS RETURNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora