Un amor imposible

Epilogo y capitulo 1 / Un amor imposible

Me llamo Celia, soy morena de ojos marrones, alta y delgada, y tengo 19 años, tenía la extraña sensación de que me seguía desde hace dos años, pero ya me he acostumbrado a ello, aunque no se como pero el otro día estaban a punto de atropellarme (cuando yo tenía el semáforo en verde para mi) y no se como me salvé, pero solo se que seguía en medio de la carretera y el coche estaba a unos centímetros de mi con un gran bollo en el lado en el que yo estaba situada.

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Narra Andrés:

Hace dos años ya que vigilo a Celia, esta en peligro y por eso la sigo, el otro día la salve del accidente de coche que iba a tener y hoy me la encuentro con el móvil sin estar pendiente de lo que pasa a su alrededor, esta niña no escarmienta. La voy siguiendo desde lejos para que no me vea, pero se que sospecha de que la sigo, la suerte es que no sabe que soy yo el que la sigue, ni siquiera sabe que existo, y hoy voy hacer que me conozca.

Narro yo:

Iba paseando mientras chateaba por el whatsApp con mis amigas después del instituto de camino a casa, iba muy entretenida en la conversación y no estaba pendiente de lo que había a mi alrededor (a pesar de que hace poco casi me atropellan, si debería de estar más pendiente, pero era una conversación muy interesante con mi BFF (mi mejor amiga), cuando de repente me choco con algo duro, alzo la vista y me encuentro con unos ojos brillantes como el mar en mitad de la noche, me quedo un rato observando aquellos ojos de los que no podía para de mirar y de los cuales me había enamorado en el momento, entonces él apartó la mirada y me dijo:

- Menudo choque hemos tenido, ¿Te encuentras bien?, te veo...... rara, perdón no me he presentado, me llamo Andrés, me acabo de mudar y no se como moverme por la ciudad, soy de campo, así que..... la culpa supongo que es mía, soy un patoso perdona, una cosa ¿Cómo te llamas?

- Yo..... me.... llamo... Celia... ( dije embobada con sus ojos)

- Tranquila, que no muerdo. (Dice sonriendo y de manera coqueta)

Dios.....adoro su sonrisa, creo que me he enamorado, seré tonta, el amor no existe y hablando así parezco tonta, vamos Celia deja las tonterías y se la chica popular de siempre.

- Me llamo Celia, soy de aquí desde que nací y me conozco la ciudad como la palma de mi mano, si..... quieres..... podemos quedar mañana aquí a la misma hora para enseñarte.... todo esto.( dije esto con algo de vergüenza y notando como mis mejillas empezaban a teñirse de rojo)

- Sera un placer que una joven tan hermosa, y más cuando se sonroja, me enseñe su ciudad natal.

Narra Andrés:

Esta es la única manera que tenía de conocerla, es preciosa, sobre todo cuando se sonroja, y me tengo que aprender a controlar si quiero estar a su lado.

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Narro yo :

Pasados unos meses, ya salíamos juntos cogidos de la mano, deje de ser la niñita popular y aprendí a ser yo misma, al final resultó que el amor si existe y me alegro de haberlo sentido con el. Lo presente ante mis amigas y estas quedaron encantadas con él por lo hermoso que era, la buena educación que tenia y su inteligencia. De repente Andrés se puso muy nervioso y empecé a preocuparme por el.

- Oye.... Celia....., no me encuentro bien...., me voy a casa haber si me mejoro...., luego hablamos cariño.

- Vale mi amor que te mejores, luego paso a verte.

- Noooo, no quiero..... pegarte..... mi resfriado.... ( dijo de pronto y con nerviosismo, realmente me estaba empezando a preocupar mucho)

- No pasa nada tesoro, por ti hago yo cualquier cosa, incluso no me importa resfriarme también yo.

- Vale, pero.... ya mañana.

- Oki, que te mejores.

Una vez se ha ido, mis amigas me empezaron a decir lo guapo que era, y la suerte que tenía de tener un novio así. Poco después me despedí de mis amigas y fui a mí casa, pero antes de entrar decidí ir a ver como estaba mi chico, se que me dijo que fuera mañana pero estoy preocupada, podría visitarlo aunque sea un rato y después me vuelvo, total su casa esta unas calles más abajo y vive solo, podría necesitar algo..... y.... decidido, voy a visitarlo y lo cuido un poco.

Cerca de allí había un precioso bosque donde solía ir con mi abuelo antes de su muerte, lo hecho de menos pero así es la vida. Comencé a caminar adentrándome en el bosque, a causa de los recuerdos, cuando de repente escuche un chillido de un animal, se notaba que estaba sufriendo y decidí ir a ver que le pasaba, tenia la gran necesidad de ir ayudarle, cada vez que me iba adentrando más se veían más animales muertos, obviamente estaba asustada, pero la necesidad de salvar a ese animal me impedía volver y dejarlo allí sufriendo.

A lo lejos vi una silueta arrodillada en el suelo, así que me acerque más para ver que era hasta el punto de estar a un metro de él, era una persona, un joven muy parecido a Andrés, aunque se podría decir que es él, tenía un animal en sus brazos, y no precisamente lo abrazaba, si no que lo estaba mordiendo, estaba aterrada y tenía la necesidad de salir de allí cuanto antes, pero mi cuerpo no respondía, estaba en shock, me puse a pensar en una sola pregunta ¿ Que deja cadáveres desangrados a su paso? UN VAMPIRO. Pero eso era imposible....., es entonces de cuando me vino un recuerdo de mi abuelo cuando estuvo en el hospital antes de irse.

* FLASBACK *

- Celia no todo es lo que parece, solo vemos la mitad de las cosas que son verdad, todo lo que creemos que no existe aunque no lo veamos no significa que no habite con nosotros.

- A que te refieres abuelo?

- Estarás en peligro, muchos querrán herirte pero otros te estarán protegiendo, cuando llegue el día debes acordarte de Felipe y nunca debes fiarte de ......

- De quien no debo fiarme......? Abuelo.....?( comenzó a sonar una maquina y mi abuelo ya no respiraba) Abuelo no me dejes......

Hay fue cuando nos abandono a todos......

* FIN DEL FLASBACK *

Mis ojos se pusieron cristalinos, empecé a caminar de espaldas viendo como la muerte se apoderaba del indefenso ciervo. No veía a causa de las lágrimas que caían mojando mis mejillas, pisé una rama, y esta se partió en dos. El joven se levantó de repente y se dio la vuelta. Era Andrés, tenía toda la boca llena de sangre y con unos grandes colmillos afilados, se fue aproximando a mi, estaba aterrada y no sabía que pasaría ahora.