IV

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Em decidió ir a su cafeteria favorita, para poder leer, como hacia usualmente.

La camarera llevó el café que la joven había pedido, Emma concentrada, ni siquiera notó cuando la muchacha lo dejó allí. Al finalizar el capítulo del maravilloso libro que leía, vio, la rosa a un lado de la taza. Con pequeños cristales de azúcar en sus petalos. Y como era de esperarse, la nota que esta acompañaba.

"Café y libros.. Hay algo más lindo? Aquí, y así fue como te conocí. Eras la chica más dulce que nunca antes había visto, decías las cosas como si fueran el cuento de hadas mas lindo de todos. Eso a pesar de que yo era un extraño el cual se había acercado a hablarte, porque me pareciste hermosa, excusandome al hablar sobre el libro, si no mal recuerdo era poesía de Neruda. Poesía tan bella y dulce como Em.
-M"

Indiferencia, eso era lo que la joven quería sentir. Pero solo amor y ternura sentía con ese escrito entre sus manos.

Era complicado, una batalla se libraba en su pequeño cuerpo. Una lucha entre el miedo y el amor. El miedo a ser lastimada de nuevo, el miedo de que la dejase, miedo de no volver a amar. Y por otro lado el amor, el amor que aún sentía, el amor por el que se arriesgaría mil veces más, el amor que la hacia sentir viva.

RosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora