Que me pasaría si me quedo contemplando ese pequeño charco de lodo?, mi madre diría que soy un idiota, mi padre le daría igual y me hermano simplemente me tiraría al charco. Soy un idiota porque todos los días de la semana me quedo mirando en mismo charco de lodo hasta darme cuenta que llegare tarde. Pero por que me quedó mirándolo, sencillo le reprocho al charco mi mala suerte, mi mala suerte por ser un idiota optimista de que tu familia religiosa, conservadora de su tradición acepten tener un hijo homosexual.
Pero como me di cuenta de que me gustan lo chicos, fue por la culpa de la clase de fisica, donde todos los chicos se cansan y uno ve su bello torso ejercitado y sudado,ve como baja lentamente cada gota de sudor que provoca uno mismo impregnarse en esa piel hasta perderse. Si muy a pasional lo que siento por los chicos y trate de quitarlo de mi mente, pero imposible, irresistible ver ese pecaminoso cuerpo pasar al lado tuyo. Simplemente imposible.
Desde ese día hago todo lo posible por alejarme de todo contacto de un chico, me daba vergüenza mirarlos y luego sonrojarme no era un buen plan para mi, excepto de mi mejor amigo Gus, él es rechonchito de gafas y su cabello es naranjado, él si sabe de mi homosexualidad y me apoya en todo momento pero me alejo del resto por que todos son unos putos Dioses Griegos...
Como siempre me había quedado mirando el charco de lodo y suspirando por milésima vez, Gus me había alcanzado y se quedo a mi lado esperando a que yo me cansara.
-No entiendo que le vez a esto-dijo señalando el charco.
-Ya te lo dije... Me gusta pensar viendo el charco... Sólo eso...
Después de que mi reloj diera las 7:45 y entraba a las 8:00 empecé a correr igual que Gus, pero claro el llega sudado y mas cansado que yo y la profesora Teresa ya nos había pillado y regañado por llegar tarde.
-Agust Van Mollet y Cristofer Valentines como siempre llegando tarde-dijo la señorita Teresa mientras llenaba nuestros castigos-esta vez si se ganaron los castigos.
Gus me miró con enojo y se fue y yo me tenía que quedar en Gimnasio para asear la cancha, maldita sea yo me hubiera quedado mejor en la biblioteca como Gus y no estaría en el piso con un estúpido chort que me hace ver como una chica, una camisa blanca y un trapo sucio limpiando la tablilla, esto era humillante. En el reflejo del agua me mire, cabello castaño claro ojos de igual color, labios delgados y pequeños, sinceramente parecía una chica... A veces pensaba que era el intento frustrado de una chica y que por eso era gay.
-Vaya, vaya pero que tenemos aquí... Llegaste tarde otra vez hermanito.-dijo Cristián con su tono burlón.
En cambio mi hermano era varonil, su cabello era negro como el de mi padre y sus ojos eran grises claro también herencia de mi padre, su voz era gruesa y el era musculoso. Otro tipo de irresistible Dios Griego
Él camino hacia mi con esa elegancia y ferocidad que hacia que temblara completamente, trate de pararme pero claro cai de nuevo y el empezó a reír.
-Hermanito tienes un bello trasero-dijo dándome una nalgada.
Mi mente se puso en blanco, el me dijo que tenía un buen trasero y luego me dio una nalgada?????, me sonroje hasta las orejas y me puse de pie esta vez sin caer, su mirada era oscura y lujuriosa, no se en que momento me tiro el agua encima y claro esta vez si me enoje.
-QUE TE PASA IMBÉCIL???-Le grite lo que mas pude.
En ese momento llego la profesora Teresa y me miro a mi y Cristián... Con cara de muy pocos amigos...
-Usted debería estar en clase Joven Cristián...
-Lo lamento profesora- dijo poniendo su rostro de seductor, era todo un manipulador- quería comprobar de que mi hermanito estuviera bien...