El cielo

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Y al levantarse, ella seguía sirviendo dos cafés, aunque uno de ellos nadie lo tomaría y se quedaba allí sentada esperando a alguien que no llegaría, tenía la idea de que después de un tiempo entendería, que a quien esperaba se había ido para siempre, pero no a un lugar donde puedas cruzar el mar para ir a buscarlo, sino el lugar que el ser humano no puede tocar y que por eso se mantiene hermoso, como siempre, debía, tenía, que entender que el cielo algunas veces había sido el ultimo y decisivo lugar de algunas personas y esta vez no era la excepción.

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