Son las 6:30pm, todavía no han llegado mis padres y Max se fue hacer un trabajo a casa de un amigo, por lo cuál estoy sola. Yo dejo una nota encima de la mesa que está en el recibidor diciendo que salí un momento, así que me dirijo a mi habitación y tomo mi celular, mis llaves y unos 40 dólares. Bajo y cierro con llave, una vez logro tomar un taxi llego a el starbucks. Está muy lleno, pero logro ver a Douglas y déjenme decirles que tiene un ojo morado y el labio partido, aunque Jake estaba peor.- Hola -dice una vez llego a donde él-, pensé que no vendrías.
- Yo también pensé lo mismo, después de todo no debería de estar aquí -suspiro mirándolo lo más seria posible.- Pero bueno no vine aquí para ver en que pensábamos, si no para que me digas que quieres hablar conmigo y para que me expliques porque gritaste a los cuatro vientos que estoy embarazada.
- Primero, todo el mundo debe de saber que te amo y que eres más mía que de nadie, ¿y qué mejor que decir que estás embarazada y ese bebé es mío? -sonríe con autosuficiencia, una de las cosas que más detesto de él es su ego.
- ¿También dijiste que eres un irresponsable y no te harás cargo? -já, te di en tu ego imbecil.- No, se me olvida que no eres lo suficientemente hombre como para aceptar las consecuencias -ahora la que sonríe soy yo.
- Nadie tiene porque enterarse de eso -dice acercándose obvio por encima de la mesa.- Solo de que eres mía.
- Nunca lo he sido, ni lo soy y tampoco lo seré, entiéndelo. ¿Sabes por qué? Porque yo no soy un objeto al cual puedes utilizar a tu antojo -digo acercándome también, yo no me voy a dejar intimidar.
- Eso lo veremos. Después de todo Jake no te quiere con un hijo.
- Como tu tampoco lo haces, pero obvio él no es como tú. Solo te aclaro que él con todo hijo no se apartó de mi, y eso que el hijo no es de él. Ah, y ahora no me vengas con que te vas hacer cargo porque no lo aceptaré, por más que así lo quisiera.
- ¿Me estás diciendo que él hizo lo que yo no? -dice volviendo a sentarse normal por lo cual yo también lo hago, se ve bastante ofendido, ¿pero qué le molesta? ¿qué otro haga lo que él no hace? Aunque realmente Jake no hizo nada, se ha enterado hoy, ni siquiera lo ha pensado y él no es su padre, no tiene que hacerse cargo para nada.
- Claro, después de todo ni por más hijo tuyo que fuera, no te harás cargo. Es más, querías que lo matara, ¿qué clase de padre eres? -digo con ironía.
- ¿Y él si se hará cargo? -pregunta.
- Yo no le he pedido eso cuando ya él me está apoyando -realmente no sé si él cumple su palabra, ni siquiera lo conozco lo suficiente, pero Douglas no tiene porque enterarse de la verdad.
- Creo que es porque le das pena, claro tal vez ya quiera usarte para que abras tus piernas -yo me paro de mi silla y le pego una bofetada en su hermosa cara, ¿así es cómo él piensa de mí? Maldita sea la hora en la que fui a aquella maldita fiesta del demonio.
- ¿Así es la imagen que tienes sobre mí? Deja de faltarme el respeto -él se pone en pie y se acerca, temo ser llevada a un lugar lejos y no poder hacer nada. Después de todo, me ha intentado secuestrar, ¿no?
- ¿En serio estás preguntándome esto? -se le ve furioso, y me estoy comenzando a poner nerviosa.
- Si, ¿o acaso no escuchas bien? Ahora contéstame -dije cruzándome de brazo.

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Un Error *EDITANDO*
JugendliteraturLa historia de Sophia Carter, una chica que sin terminar su último año debe asumir un error.