Jade solía regresar a casa caminando todos los días... Al recorrer su camino habitual, escuchaba un silbido que provenía de aquella casa abandonada, nadie la había ocupado en mucho tiempo, la casa era de madera con grandes jardines de flores silvestres que gracias a la bondad de la naturaleza había sobrevivido al paso del tiempo, había flores de varios colores cubriéndose entre si; en un lugar a costado de la casa y prácticamente detrás de la casa, pero visible desde la calle, donde antes existía un pequeño pozo y ahora sólo era un hoyo de gran profundidad y grandes piedras rodeándolo, se agruparon los dientes de león; el único espacio del gran jardín que era ocupado solo por dientes de león, siempre que escuchaba el silbido veía las pequeñas flores danzando en armonía con el viento, Jade recordaba cuando llevaba a su pequeña hermana a cortar dientes de león en aquel pozo.
Cuando su amigo vivía allí, cuando solo tenía 8 años, cuando aun ni conocía el estado del pobre y atrofiado corazón de su hermana, cuando ni siquiera se imaginó que alguien pudiese entrar a la casa de su amigo y matar a todos allí, un asesino serial que en realidad se dirigía a la casa de Jade porque su mamá era una de las tantas mujeres que había conquistado en uno de los bares del centro, pero debido a que las casas de este sendero no tenían número para identificarlas, el asesino se detuvo en la primera casa que divisó. Aún recuerda el día del funeral, solo había ido con su padre pues su mamá no soportaba la culpa y los había abandonado, y su pequeña hermana había sufrido su primer ataque al corazón dejándola internada en el hospital del centro. Al llegar notó la mirada nostálgica y deprimida de una de las tías de su amigo, la mas joven y la que siempre los llevaba a jugar al lago, la que los retaba a carreras en sus bicicletas y nunca tuvo compasión de ellos pues los dejaba muy atrás. La joven mujer, totalmente debilitada por la perdida corrió y abrazó a Jade, sentía la humedad de las lágrimas atravesar su única camisa limpia y tocar su espalda, él no había llorado hasta ese momento, sin amigo, sin madre. Todo lo había perdido en solo una noche. Sus sollozos infantiles eran desgarradores y todos los presentes sentían un gran nudo en la garganta, algunos rompieron a llorar otros solo se cubrían el rostro tratando en vano de contenerse. Su padre lo tomó por el hombro y lo abrazó, él lo hacía cuando era su cumpleaños o cuando ganaba la liga infantil de basquetball, el contacto de su padre lo sorprendió y dejo de llorar de inmediato, cuando vio a su padre a la cara, noto que las lagrimas recorrían sus mejillas, sus ojos estaban muy rojos e irritados y se mordía los labios para retener los sollozos que amenazaban con salir, por primera vez notó que su padre sufría, el también había perdido mucho; el papá de su amigo era su colega de pesca, recordaba los recorridos en el bote los sábados muy temprano, y las hamburguesas en la tarde si fracasaban; perdió también a su esposa. Padre e hijo habían perdido mucho en tan poco tiempo.
Se retiraron sin decir mucho, hicieron una parada cerca del lago y su papá bajo y le dijo a Jade que lo acompañara, al llegar a la orilla se sentaron junto a un árbol, observaron en silencio la tranquilidad del lago, Jade llevaba consigo su mochila, su padre se la quitó mientras sacaba un suéter y se lo dio a Jade para que se abrigase, luego sacó un frasco de mermelada vacío, lo abrió y comenzó a llenarlo con diminutas piedras que encontraba cerca, puso también algunas pequeñas flores blancas que crecían cerca, Jade solo lo observaba.
-Gustav- su voz sonaba mas débil y baja de lo habitual-El señor Jameson, era de los mejores pescadores que jamás conocí, un modelo de padre y esposo, además de un excelente amigo con una gran tolerancia al alcohol pero debilidad con el whisky- A medida que hablaba vertía poco a poco mas piedras pequeñas- Era fácil hablar con él, y tenía una risa contagiosa- El papa de Jade busco dentro de sus bolsillos de su traje oscuro y encontró lo que buscaba- Él decía que este era su anzuelo de la suerte y me lo regaló para que "Difrenciara la calidad en anzuelos y deje de matar inocentes lombrices"- Colocó el anzuelo dentro del frasco- Realmente extrañaré los sábados de pesca. Jade tomó su mano y su padre la apretó con suavidad-¿Quieres poner algo dentro del frasco?
ESTÁS LEYENDO
Hold my hand [Pausada hasta diciembre]
ContoUna simple, común, ordinaria y muy cursi historia de amor