¿Qué Diablos?

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Victoria

Ya tenía dos días en Hallstatt la vida aquí es muy tranquila y rutinaria, así que decidí dar un paseo nocturno, Holly no pudo acompañarme pues tenía clases, anduve por las calles ya hacía un poco de frío así que decidí parar en un bar local, al entrar el lugar lucía tranquilo, la música de fondo amenizaba el ambiente del lugar, tome una cerveza era local y muy sabrosa, saque mi teléfono cuando vibró en mi bolsillo, era un mensaje de Andrew
»Hola lindura ¿Como te va? ¿Sabes algo? Te extraño«
Le escribí rápidamente
»Hola cielo yo también te extrañó, estoy bien«
»Deseo verte«
»Yo igual solo serán un par de días más y seré toda tuya«
»Eso espero mi sol, hasta pronto«
»Hasta pronto«

Me fijé en la hora ya eran pasadas las 10:00pm pagué las cervezas y salí del local, las calles estaban desoladas daba un poco de escalofríos, me aferré a mi abrigo mientras apuraba el paso, solo faltaban dos manzanas cuando..

— Hola lindura, por que tan sólita?

Mi corazón comenzó a bombear rápidamente al ver tres hombres frente a mi con aspecto malvado y con muy malas intenciones.

— Buenas noches caballeros llevo prisa si me disculpan.

Caminé con paso firme hacía delante y creí lograr mi objetivo hasta que el hombre que me habló se puso frente a mi y me tomó de la cintura acercándome a el firmemente y habló de nuevo.

— Mala hora para salir sola pequeña, seras nuestro bocadillo nocturno.

Comencé a forcejear para zafarme de sus asquerosas manos, pero el agarré era casi imposible de disolver, el hombre me cargó y caminó hasta el callejón por donde salieron.

— Vamos a divertirnos hermosa.

—¡No! ¡Ayuda! ayúdenme...

Mis gritos hicieron eco en el lugar, Dios iban a abusar de mi, y no podía hacer nada para impedirlo, volví a patalear y empujar el asqueroso cuerpo que me apresaba, pero su agarre se hacía mas férreo a mi, tanto que no podía ni respirar.

— Su..eltame, Sueltam....

— Esta gata quiere pelea, vamos nena quieta que lo disfrutarás.
— ¡No!

Exclamé cuando uno de los hombres se acercó y comenzó a manosearme, el otro también lo imito provocando que sintiera náuseas, Dios ayúdame..

— Tú piel es suave humana.

— Vamos Tom ya quiero probarla se me esta haciendo la boca agua.

Las lágrimas corrían por mis mejillas, ya nada podía hacer, sería violada por tres asqueroso tipos, los sollozos escapaban de mis labios en un clamor por que alguien me oyera, pero nada ocurría, oh si, el muy maldito que me tenía sujeta me giró para que sus amigos me pudieran tocar a complacencia, el pánico se arremolinó en mi garganta cuando uno de los tipejos quitó el botón de mi vaquero, la histeria se apoderó de mí.

—¡ No! Ayuda, Ayuda

Pero sólo conseguí que uno de ellos me abofeteara, el golpe dolió y me dejo aturdida, hice mi mayor esfuerzo por no quedar inconsciente, el muy salvaje subió mi camisa y acarició la piel de mi abdomen, voy a vomitar..

— Oye Sak acércate y tócala es suave como la seda.

El chico se mantenía a distancia observando la escena con asco.

— Déjenla podemos conseguir otra que aguante, ella se quebrará rápido.

Ambos tipos que me tenían sujeta le miraron con desprecio.

TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora