Encendí la estufa con el ultimo cerillo dentro de la cajita, coloque una sartén encima y espere un poco antes de freír un pedazo de carne.
Todo estaba en sumo silencio, sino fuera por el árbol de navidad iluminando el camper, podría decir que esto era una bodega abandonada. Suspire mientras giraba la carne y escuche la puerta abrirse; era Niall, con una cara de cansancio y ojeras hasta las mejillas.
-Te he dicho que no deberías entrenar de más, no esta bien - reprendí, ignorando su mirada con una carga de disculpa.
-Ya se, pero sabes que lo necesito, no quiero que para el día de mañana...
-No nos echaran, Niall - le interrumpí - somos una pareja irremplazable en el medio del circo, sin ti yo no existo, sin mi tu no existes, y si no existimos, ellos pierden... no creo que eso sea lo que quieran.
-Soy consciente de esa posibilidad - se quito la playera y los pantalones mientras me daba la espalda.
-¿Y entonces? ¿Por qué sigues golpeándote la cabeza?
-Porque al final de todo no tenemos un lugar asegurado en este mundo, nunca debes de confiarte tanto de algo, podríamos perderlo en cualquier momento - Se encaró hacia mí, desvió la mirada e hizo una mueca. - se esta quemando - fruncí el ceño confundida - la carne, se esta quemando - di un salto y tome la sartén rápidamente alejándola del fuego. Suspire con desgana.
-Es un caso perdido.
-Sí, será mejor que hagas más.
-No hablo de la carne, hablo de ti Niall, es exhausto tener que discutir contigo todo el tiempo de lo mismo.
-Entonces no lo hagas, yo tampoco tengo mucho interés en estar enojado contigo - terminó de ponerse el pijama y se sentó al borde de nuestra pequeña cama.
sonreí e intente ignorar los diez minutos pasados. Me acerque a él con lentitud y me senté encima de sus piernas colocando las mías a los lados de su cadera.
-¿Qué haces? - preguntó con una sonrisa
-Yo se qué es lo que te pone contento... y quiero hacerte feliz - sus ojos azules me observaron atentos, esperando a que diera mi primer paso... o al menos hasta que entendió lo que haría.
-¡No, espera!
-¡Cosquillas! - en menos de un segundo mis dedos llegaron a su estomago, haciendo que Niall convulsionara de la risa.
-¡Para addy! - dijo con palabras poco entendibles gracias a su respiración entrecortada. Estuve a punto de contestarle cuando la puerta se abrió de golpe.
-¿Qué mierda hacen? - preguntó Zayn con una sonrisa - los he pillado en el acto, y mira que lo tenían bien guardado - mis mejillas se tornaron rojas al notar lo atrevido que se veía la posición en la que estábamos Niall y yo; me levante rápidamente con la mirada gacha.
-No es lo que parece, no digas tonterías Zayn. Niall y yo somos amigos.... además, jamás saldría con un idiota. - una carcajada provino de Zayn.
-¡Touch Down, baby! ¿Qué dices rubio? ¿Duele que te digan idiota?
-Eso fue un golpe bajo, jamás lo espere de ti, Adeline - sonreí.
-Sabes que a pesar de todo, yo te amo... a los dos - les di un rápido abrazo grupal.
-¿No quieres quedarte a cenar, Zayn? Freire un poco de carne.
-Buena idea, porque el primer trozo se te ha quemado - comentó el rubio con burla.
-Entonces creo que preferiría dormir con el estomago vacío - dijo Zayn con fingida decepción.
-No sean niñas, ya verán que queda riquísimo.
