Hospital For Souls. [Haaron]

someday in your dreams.

Hayes cierra sus ojos, esperando a que yo lo besé. Y en verdad quería besarlo, pero el amor no se me da a mí.

Yo no tengo sentimientos. Ni siquiera sé que es eso. La última vez que me enamoré fui herido, me refiero a ser herido en el aspecto sentimental. La niña que termino 2 meses de relación perfecta, ahora está enterrada 3 metros bajo tierra.

Esa perra me las pago, y muy caro. Aún recuerdo su vestido manchado de sangre la cual salía de su estómago. Y pensar que esa cosa horrorosa alguna vez me hizo feliz.

Me alejo rápidamente de Hayes y comienzo a reír.

—¡Jamás te besaría! —Exclamó.

Hayes abre los ojos y me mira con una expresión dolida, no lo sé.

—Siempre tienes que joder el puto momento, maldito estúpido. —Se acerca a mi y me empuja— Eres un idiota. —Me vuelve a empujar.

—Lo tomo de las muñecas y lo sacudo— No sabes con quien estás hablando, niñito. —Elevo una ceja.

—Si sé perfectamente con quien habló. Estoy hablando con un idiota de dieciséis años que cree ser psicópata pero en realidad no puede ni matar a una mosca. —Me dice irónico.

—He matado a más personas de las que tú crees. —Le sonrió.

—Uy, claro. —Comienza a reír— Si vamos a jugar a las mentiras, entonces.. Soy heterosexual y no me siento atraído hacia ti.

—Eso es asqueroso. Maldito gay de mierda. —Lo suelto de las muñecas y me alejó de el— Yo no soy gay.

Y en verdad si lo era, pero no lo aceptaría.

—¡Por favor! —Exclama y alza sus brazos al aire— Tienes cara de que te gusta el pene.

—Retira lo que dijiste. —Frunzo el ceño.

—No-oh. —Niega con su cabeza— El día en el qué tengas sexo con Ethan te acordaras de mi, y esas ocho palabras.

—¡¿Ethan?! ¡¿ETHAN?! ¡POR LA MADRE DE SATANÁS! ¿NO SE TE PUDO OCURRIR UN CHICO MÁS FEO?

—Ustedes dos harían una linda pareja. El busca mil y un razones para morir, y tu buscas mil y un razones para matar. —Se acerca a mí y me da unos golpecitos en el hombro.

—Prefiero morir sólo. —Le muestro mi dedo medio.

—Si claro, lo que digas. Ya vámonos a ver televisión. —Hayes hace un ademán con las manos para que lo siga.

Retomamos el camino a la sala de estar.

—Hey amigo. ¿No necesitas que te haga algún trabajito? —Una chica pelirroja se nos acerca.

—No, alejate de nosotros maldita ninfómana de mierda. —Hayes se pone adelante de mi y me tapa la visión.

—Callate, le decía al pelinegro. No a ti, maldito homosexual estúpido. —Reclama la pelirroja.

—Mira maldita zorra, coge un pepino y metetelo por ... —Decido interrumpir el increíble argumento de Hayes.

—No nos interesa nada de las personas que tienen sida o alguna otra enfermedad de transmisión sexual. —Tomo a Hayes de los hombros y comenzamos a caminar— Pero gracias.

—No tenías porque entrar así en nuestra pelea. Sé defenderme sólo. —Me dice Hayes.

—¿Quien dijo que te estaba defendiendo a ti? —Le doy una sonrisa.

—Hey Hayes. —Un chico alto de cabello castaño se nos acerca.

—Hola Shawn, ¿Como estás? —Dice Hayes.