Un pequeño pasaje con hierba seca y casi muerta, un arbusto grande y frondoso a la izquierda, otro espinoso y pequeño a la derecha. Una clase de paisaje no muy acogedor para una chica intranquila y triste tratando de buscar el mejor lugar para pensar. Se quedó mirando el bello y tranquilo lago luego de tanto agobio por la búsqueda de la bella vista que mostro su cara más serena para la joven. Aquella chica había tenido problemas en su hogar y salió huyendo con una sola maleta hecha de cuero y tal vez tan antigua como el matrimonio de sus padres. También llevaba un vestido verde con un listón marrón a cuadros atado en la cintura y otro cosido en la parte inferior, era el mismo con el que decidió huir. Era muy corto y sin mangas, no la podría proteger del frio ni siquiera durante una tarde de primavera. La joven era rubia, de tez blanca y no era muy alta. Tenía la nariz pequeña y un poco enrojecida, los labios morados y temblorosos por el frio y los ojos cansados por la gran cantidad de lagrimas que había derramado tras la pérdida de sus padres en el accidente que se publico en los periódicos tres días atras.