Y puede que estas lineas sean las más difíciles que jamás vaya a escribir, pero quizás sean las mas sinceras, y las más rebuscadas que haya escrito en mi vida. Quizás todo el mundo siempre haya guardado dentro todos aquellos sentimientos por alguien y nunca hayan sido capaces de soltarlos, pasen los años y terminen arrepintiéndose. Soy una cobarde, puede ser, o más bien una persona que termina por pensar que la gente se cansa de ella y al final termina guardándose para sí misma todo lo que siente, todo lo que debería dejar salir.
Con casi 19 años el nivel de inmadurez de mi mente se ha convertido en el nivel de inmadurez de mis actos. Los temores, los miedos, las inseguridades, todo se convierte en acciones egoístas y descuidadas, que acaban cansando al resto. Se podría decir que la dependencia que tengo con los demás es tan grande que termino por no darme cuenta de las cosas y acabo perdiendo a la gente que más quiero, que más aprecio. Hace poco, mi vida se descolocó. La descolocaron. Todas las ilusiones, sueños, metas que tenía en la vida, se perdieron y a día de hoy sigo buscando el camino que me lleve de vuelta a ellos. ¿La causa? Esa palabra que tantos temen, y otros muchos anhelan, el amor.
Puede sonar una tontería o quizás no, puede sonar a que solo es un capricho de una cría inmadura o puede que solo sea un juego que la mente de esa cría le esta haciendo jugar. Esa palabra que llevo últimamente odiando, es más que un juego en el que unos ganan y otros pierden. Es básicamente, la ilusión, un reto, el reto de enamorarse arriesgando muchas cosas, arriesgando a conciencia, y arriesgando por decisión propia. "Es por tu bien" "no quiero que sufras" esas frases que tanto odia la gente, esas frases que no te demuestran nada. Nunca se pide que se mire por alguien, siempre la decisión esta en uno mismo, de lo que quiere, de lo que desea, a conciencia de lo que pueda llegar a pasar.
Cuando prometes a alguien algo lo haces también a consciencia de que es una promesa a corto plazo, que mientras puedas cumplirla la cumplirás y que no te echaras hacia atrás, que seguirás adelante al lado de la persona a la que quieres, dejando que te ayude y te apoye en todo momento y que nunca te rendirás a la primera. Se promete una historia sin final, sin ser escrita, para que sea inesperada, para que este llena de sorpresa, pero para que nunca se acabe. Una historia nunca se acabará, se acabarán los capítulos, pero la historia la sigues narrando con o sin alguien a tu lado.
La gente cuando promete, no es consciente del daño que puede llegar a causar cuando se rinde y deja sin cumplir aquellas promesas que tanto ilusionan. Que por mucho "lo siento" no se consigue más que hacer tuya la culpa de ser un cobarde y querer terminar algo que ni siquiera has dejado que por si solo siguiera adelante. Te has rendido antes de luchar.