Querido "amigo"
Sé que jamas llegaras a leer estas lineas, así que mi molestia en escribirlas no es otra que la de querer liberarme de todo aquello que lleva merodeando intrusamente en mi cabeza desde hace días.
Llegaste a mi vida, en el momento más difícil de ella, el primer desamor, el primer desamor del que poco me costó levantar cabeza ya que fue un amor en el que la ilusión se fue poco a poco. Lo dí todo por perdido, mis sentimientos, mis ganas de querer volver a empezar nada con nadie, todo. Y de pronto, apareciste tu, con tu preocupación de nada más que un simple amigo, de tu necesidad por intentar hacer que mi mente se distrajera, y lo conseguiste. Lo conseguiste de tal manera que mi mente comenzó a tener curiosidad por ti, que mi corazón por muy muerto que estuviese, volvió a palpitar de tal manera que tus mensajes, por cortos y secos que fuesen conseguían sacar la mayor de las sonrisas que nadie había conseguido sacarme antes. Con tan solo hablarme escribiendo, conseguías sacarme el mayor de mis nervios, esos nervios en los que por muy callada que sea parezco un diccionario parlante, en el que yo misma me pierdo en mi propia conversación, en el que la mayor estúpida escusa, o tema de conversación era suficiente para poder hablar contigo.
Pero ahí estaba, ese miedo, ese miedo de que las promesas se cumpliesen pero durasen muy poco. Ese miedo de que la ilusión con la que empezamos se fuese hasta llegar a tal punto que a ti ya no te hacia gracia mantener conversación, que ya no se me ocurrían escusas para hablarte y conforme pasaron los días te terminaste olvidando de cada una de las palabras que salían de tu mente. Que si yo quise arriesgarme fue con la ilusión de aunque fuesen unos pocos meses poderlos pasar contigo, hace tiempo que deje de pedir eternidad con alguien puesto que esa eternidad es bastante relativa. Todo termina en algún momento de la vida, pero esa sensación de arriesgarte y que te salga bien durante un tiempo, que puedas tener suficientes buenos recuerdos para que en un futuro los recuerdes y puedas decir "esos momentos jamás los podré tener con otra persona" y sonreír como una tonta. Era poco lo que pedía simplemente, poder compartir con alguien que sabia que realmente me iba a hacer feliz, un tiempo de mi vida, y si podía ir lejos, mejor, pero si se quedaba en breve, sería el mejor recuerdo que podría guardar en mi cabeza.
Pero no todo es siempre lo que quieres y te gustaría, y llega ese día que tanto temes en el que de pronto, los recuerdos no son los suficientes para poder llegar a un futuro en el que pensar en ellos y sonreír. Llega ese día en el que la ilusión se termina y las ganas de llorar son tu costumbre diaria. Sí, soy una persona que cuando me hundo me hundo de verdad y no dejo que nadie me saque del agujero porque pienso que es lo que merezco. Te he llegado a querer tanto, a desear tanto estar entre tus brazos, entre tus labios que ahora mismo se me hace demasiado difícil seguir adelante. Ni siquiera poder sentir el roce de tu cuerpo con el mio he podido experimentar, y el dolor que eso me causa es incluso mayor que el dolor de un corte en la rodilla. Que por muy exagerado que suene, mi ilusión de futuro, de querer las cosas, de luchar por algo, se quedó estancado cuando te perdí y no consigo levantar cabeza ni aunque sea lo que mas deseo. Puede que me haya obsesionado demasiado, pero la obsesión hubiese sido menor si al menos tu, hubieses tenido fe de arriesgar y que hubiese salido bien, por corto que hubiese sido el tiempo. O al menos, hubiese sido menor, si no te hubieses alejado, si la preocupación se hubiese vuelto menor pero siguiese existiendo, si tan si quiera pudiésemos mantener una conversación con confianza. Es increíble que, cuando más confianza tienes con alguien y se corta una relación, la confianza desaparece ¿Por qué? sigues siendo la misma persona, sigues siendo el amigo que comenzaste siendo y acabó por ir más allá. Más de una semana sin ti y el camino se me hace más cuesta arriba que nunca. "El tiempo lo cura todo" Esta vez me has fallado tiempo.
No voy a poder olvidarte, y lo que más me duele es que tu seguramente ya lo hayas hecho. Te quiero hoy y siempre.
Una obsesionada.