La gente normal se despertaría por el sonido de su alarma o por el sonido de los pajaritos de la calle, pero yo no. Mis despertares son muy diferentes a esos.
- ¡Me las vais a pagar, renacuajas del demonio! -grito corriendo detrás de mis hermanas Conny y Clea mientras les tiro una zapatilla que me encuentro tirada en el suelo.
Pero esa zapatilla no fue a parar a la cabeza de alguna de mis hermanas.
No, amigas mias. Fue a parar a la cabeza de Connor, que salía de su habitación.
Mierda, mierda y más mierda.
- ¡¿Pero que coño te pasa Claire?! -exclama Connor frotándose la frente.
- No te quería dar a ti -pongo mi mejor carita de inocencia- ¡Quería darle a estos demonios! -grito con rabia.
- Da igual a quien iba dirigida la zapatilla, lo que importa es que me has dado en mi preciosa y SEXY cara. -dice señalando su cara y haciendo énfasis en sexy.- Por cierto, ese mostacho te queda genial, hermanita. -me guiña un ojo y baja las escaleras soltando una carcajada.
- ¡Imbécil! -grito para que me escuche.- Y vosotras dos... - digo con malicia- ¡Le voy a decir a mamá que me habeis pintado la cara!-
- ¡A por ella! - grita Conny y las dos saltan encima de mi tirandome al suelo. Conny me agarra de las piernas y Clea de los brazos. Intento zafarme de ellas pero las diablillas tienen mucha fuerza.
- ¡SOCORRO! ¡ME VAN A MATAR, ME CORTARAN EN TROCITOS Y LOS REPARTIRAN POR TODOS LOS ESTADOS! -chillo para que alguien me quitara a mis hermanas de encima.
- ¿¡Quereis no hacer tanto ruido?! Algunas intentamos estudiar .-espeta Cindy asomándose a la puerta de su habitación.
- ¡CINDY, AYÚDAME! ¡ME VAN A MATAR! -suplico desesperada.
- ¡Pues se asesinada en silencio! -y después de decir esto cierra la puerta de un portazo.
Gracias hermana, yo también te quiero.
Unos pasos subiendo las escaleras se oyen de repente. Mis hermanas dejan de retenerme y casi matarme al ver que los pasos pertenecen a mi padre. Los dos diablillos huyen como cobardes y me dejan tirada en el suelo agonizando.
Puede que agonizando no, pero estoy recuperando mi dignidad, porque la perdí al ser retenida por 2 niñas de 14 y 8 años.
- Qué te han hecho ahora tus hermanas? -pregunta mi padre aguantando la risa.
Ruedo los ojos.
- Me pintaron un mostacho mientras dormia y cuando se lo iba a decir a mamá se lanzaron encima de mí y me retuvieron. -digo frustrada.- ¡NO LAS AGUANTO! La próxima vez, las lanzo por la ventana.-mi padre empieza a reir.- ¡No tiene gracia! -digo indignada.
- Voy a hablar con ellas. Tengo que pensar un buen castigo. -y dicho esto se va.
Me levanto y miro mi reloj.
OMG!!!! ¡¡¡Las 8:15!!! ¡El instituto empieza a las 8:30!
Salgo corriendo y cojo las tostadas que habia preparado mi madre. Acto seguido recojo mi mochila del suelo, grito un ¡Me voy! y me dirigo al instituto mientras me como las tostadas por el camino.
☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
Llego a la puerta del instituto y me dispongo a entrar pero oigo a alguien gritar mi nombre. Giro para ver quien es y diviso a lo lejos a mi amiga Brooklyn, corriendo hacia mi y empujando a la gente que se cruzaba en su camino.
- ¡Amigaaa! -chilla y me abraza dejandome sin respiración.
- Vale, vale, ya puedes soltarme. -susurro ya que me estaba quedando sin aire. Mi amiga suelta una carcajada y se pone seria automaticamente.
Es taaaan bipolar.
- ¡No sabes de lo que me he enterado! -dice pegando saltitos y dando palmas.- ¡¡¡DARREN WOODS VA A HACER UNA FIESTA!!! -grita y todo el mundo se queda callado y se paran a mirarnos.- Seguid a lo vuestro ¡COTILLAS! -y dicho esto todos dejan de observarnos.
- Lo tuyo no es la discrección, Brooklyn. -digo entre risas. Paro de reir cuando me fulmina con la mirada.-
- ¿Ahora se llevan los mostachos? -pregunta divertida Brooklyn.
Oh, Dios, Mio. ¡¡SE ME HA OLVIDADO QUITARME EL MOSTACHO!!
-Si, es una nueva moda. ¿No te habias enterado?-digo yo irónica. Ella suelta una carcajada.
-¿Han sido tus hermanas?- pregunta y yo afirmo con la cabeza.- Vamos al baño a quitartelo.- dice y nos dirigimos hacia allí. Por el camino la gente me mira, señala y me echa fotos. Yo les enseño el dedo corazón o les dego "idiotas", "imbéciles" y muchos otros insultos.
Llegamos al baño, me quito el bigote y me maquillo un poco ya que no me habia dado tiempo a hacerlo. Me delineo el ojo ligeramente y aplico un gloss en mis labios. Iba a revisar si mi maquillaje estaba bien pero una voz chillona y aguda se oye en la puerta. Es Sasha, la chica más popular, rica y zorra del instituto.
Ella es la típica rubia, de ojos azules, con un cuerpo de ensueño. Tiene a todos los chicos detrás de ella, como perritos falderos.
La puerta del baño se abre y Brooklyn y yo nos metemos en uno de los baños. Escuchamos sus pasos y los de sus amigas.
- Chicas, esta noche en la fiesta lo haré con Connor McLaggen. -dice como si fuese algo normal.
- Es tan caliente... -dice una de sus amigas.
- ¿Habéis visto el mostacho que llevaba pintado su hermana? -dice otra y las demás empiezan a reir.
Tengo unas ganas inmensas de salir y arrancarles sus extensiones de un tirón pero tengo que aguantarme.
- Esa chica es una idiota, además de fea. No sabe vestir, y además es una perra.-dice Sasha entre risas.
Y eso fue la gota que colmó el vaso. Aprieto mis puños y le doy una patada a la puerta para que se abra. Las "zorritas" se giran asustadas al oir el golpe.
- Me parece que tenemos que hablar de algunas cositas, Sasha. -digo con furia y crujo mis dedos.
Nadie insulta a Claire McLaggen, bitches.