Capitulo 55

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  -I found you, in the darkest hour, I found you, in the pouring rain, I found you, when I was all in need, And your love pulled me back again, Found your little river of pure emotions-


Capítulo 55

2 meses después.

Desperté cuando la luz de la ventana penetró en mis ojos. Los froté y parpadeé un par de veces para que se acostumbraran. Estiré mis extremidades haciendo tronar algunos huesos para desperezarme y luego volví a hacerme una bolita abrazando mi almohada. No quería levantarme, pero antes de quedarme en la cama recordando a Zayn a cada momento prefería ir al estudio y preparar algunas coreografías para mis dos grupos de alumnos.
Realmente extrañaba a mi moreno desde que se había ido de gira, tenerlo tan lejos durante ya casi dos meses me tenia bastante deprimida. Además de que las diferencias de horarios y sumándole que se la pasa ocupado provocaban que habláramos muy poco.
Tomé mi celular para ver la hora: 10.30 a.m. Aparté las sabanas y me levanté de la cama para ir al baño. Lavé mi cara, mis dientes, cepillé mi cabello y lo peiné en una coleta alta. Salí del baño y busqué algo para ponerme. Simple. Unos jean rasgados, y una remera de mangas 3/4 de Los Ramones que hace un tiempo Harry me regaló. Me coloqué mis zapatillas y luego guardé mi ropa de danza en el bolso. Me eché un ultimo vistazo en el espejo y a pesar de estar ya cambiada aun parecía un zombie. Las ojeras bajo mis ojos llegaban casi hasta el piso. Estaba tan cansada y saturada de cosas últimamente que se veía reflejado en mi rostro.
Las cartas constantes agrediéndome, los trolls de twitter, los rumores de estúpidos, como que engaño a Zayn, paparazzi persiguiéndote, gritos en las calles, mensajes de texto. ¿Como consiguen mi número? Tuve que cambiarlo ya en dos ocasiones porque hasta me llegaron amenazas de muerte. Todo eso y sumado a que hace ya dos meses no veo a Zayn, logra que una esté como un zombie. Aunque desde el día en que supieron que era amiga de la banda me insultaron siempre que pudieron. Pero desde que esas fotos que confirmaron todo tipo de rumor sobre "ZANI", como suelen decirnos, todo empeoro terriblemente. Zayn no sabe nada de esto, porque se que se pondría como un loco y hasta podría insultarlas. No quiero que sus propias fans lo odien por defenderme.
< ¡No tiene idea de lo que te extraño Zayn! ¡Por favor vuelve! ¡Te necesito!> Gritaba dentro de mi cabeza. Suspiré y comencé a buscar algún tapa ojeras para levantar un poco mi rostro. Coloqué un poco bajo mis ojos, luego algo de rimel en las pestañas y un poco de color en las mejillas. Ahora estaba un poco mejor... Al menos parecía un humano y no un zombie. Tomé el bolso y salí de la habitación para dirigirme a la cocina por mi botella de agua.
-Buen día dormilona- Saludó Euge.
-Buen día- respondí con una sonrisa. Extrañaba verla por la casa. Estos dos meses estuvo aquí, antes prácticamente vivía en casa de Harry, pero mientras ellos estaban de gira por USA decidió quedarse aquí. Así además tenia algo de compañía en las noches para distraerme y no largarme a llorar.
-¿Vas a desayunar?- preguntó, colocando las cosas que había preparado. Tomé la botella del refrigerador
-No, gracias-
-Nadia...- dijo en tono de advertencia
La miré y levanté mis hombros sin darle importancia.
-Nadia, tienes que comer-
-No tengo hambre- contesté guardando la botella en mi bolso.
-Nadia, has bajado mucho de peso, eso realmente me preocupa...-
-Estoy bien, ¿si? No tienes de que preocuparte...- interrumpí
-¿Qué no me preocupe? ¿Cuándo fue la ultima vez que comiste algo?- miré el piso y luego a ella que me observaba levantando una ceja.-Ni siquiera lo recuerdas...- cerró los ojos y soltó un suspiro.
-Debo irme...- dije en un tono casi audible. Di media vuelta para salir.
-Una tostada al menos...- pidió. Suspiré y la miré a los ojos que pedían "Por favor, hazlo por mi". Tomé la tostada de la mesa.
-Para el camino...- dije saliendo de la cocina.
-¡Suerte!-gritó antes que saliera por la puerta.
Cuando salí del departamento y llegue a la plata baja me encontré con Tom, el encargado del edificio.
-Buen día Nadia...- saludó educadamente.
Tom era un hombre canoso, casi calvo y con bigotes. Tenía unos cuantos años aunque seguro que no tantos. Era muy amable y educado, siempre me cayó bien.
-Buen día Tom- saludé sonriendo.
-Tienes correspondencia...-
< ¡Woo! ¡Correspondencia! ¡Que emoción!> Grite sarcásticamente en mi interior. Me tendió los sobres y los tomé.
-Gracias Tom...-
Salí del departamento con los sobres en una mano y la tostada en la otra. Caminé unos metros y me senté en el escalón de una casa. Un perro callejero se acercó y se sentó a mi lado a mirarme. Parecía contento.
-Hola amiguito...- El perro elevó las orejas y movió la cola luego de que lo saludara.
Tome las cartas y abrí una.
-Veamos si las chicas han superado sus insultos...- dije observando.
Comencé a mirar alguna y de tan solo leer entre líneas algunas cosas me daba nauseas.
-¡Puaj!... Se me revolvió el estomago- miré al perro y ladeó la cabeza, aun tenia la tostada en mi mano
-Creo que no voy a comer esto ¿La quieres?- le pregunté al pequeño can.
Este se levantó entusiasmado luego de soltar un ladrido moviendo la cola, su entusiasmo me hizo reír
-Primero siéntate - el perro obedeció y se sentó como se lo había ordenado
-Buen chico, toma - dije dándole la tostada. Comenzó a comerla contento mientras lo observaba. En un par de mordiscos se la acabó por completo. El perro se relamió feliz y rasqué su cabeza.
-¿Sabes? Hasta callejero y pulgoso, en este momento tienes mas suerte que yo amiguito...- el perro ladeó la cabeza como si entendiera de que hablaba. Reí.
Me puse de pie y tiré las cartas a un cesto de basura que había sobre el cordón de la vereda y comencé a caminar hacia el estudio de danzas. El perro comenzó a seguirme.
-¿Vas a acompáñame? Está bien, es bueno tener algo de custodia canina...-
Me sentía algo estúpida hablándole al perro, pero era adorable. Era dorado, completamente dorado y tenia ojos café. Era parecido a lo que seria un lindísimo Golden Retriever, aunque dudo que lo sea. Seria raro que un perro así anduviera por la calle, pero... ¿Quién sabe? hay tanta gente cruel e idiota. Y además no parecía muy grande, un año quizás... era hermoso.
Caminé con él a mi lado hasta la puerta
-Adiós amiguito...- saludé cuando entré, el perro me miró y luego se sentó. Seguramente en un rato se iría a buscar mas comida por ahí, así que entre directo al salón donde daría la clase en alrededor de unas 3 horas.
-Hola Lin- saludé a la recepcionista.
-Hola Nani- saludó.
-¿Quién esta adentro?- pregunté acercándome para darle un beso en la mejilla.
-Ian esta en el salón 2, su clase termina en 30 min.-
-Ok, voy al 3 entonces...-dije adentrándome al estudio.
Entré al enorme salón vacío dejando mis cosas al lado del equipo de música y tomé la ropa para cambiarme. Caminé hacia el baño y me cambié, un cómodo pantalón, un top, en lugar del corpiño y una remera sin mangas arriba.
Salí del baño para ir de nuevo al salón y guardar la otra ropa en el bolso. Tomé las zapatillas de danza y me senté en el piso para colocármelas. Puse algo de música y comencé a estirar un poco, luego de unos minutos. Busqué alguna canción para comenzar a hacer una coreografía para el grupo de hoy. "I found you- The Wanted". Les iba a encantar y tenía unos buenos tiempos. Puse play y empecé a improvisar algunas cosas, hasta que finalmente arme una parte. La repasé una y otra vez para memorizarla.
-Si tu novio se enterara que estas bailando una canción de sus enemigos Nº1, te matará...- interrumpieron. Giré para ver quien era, Ian se encontraba parado en el umbral cruzado de brazos observándome. Reí por el comentario.
-No tiene porque enterarse...- tomé la botella del piso y bebí un poco de agua. Ian era uno de los profesores del estudio, amigo de Ally. Es genial, es un dios del Hip-Hop, tiene unos movimientos increíbles. Creo que es de Los Ángeles... pero no estoy segura.
-¿Quieres ayudarme? Tu eres el experto en esto... lo mío es el Ballet- dije entre risas.
Él se acercó y entre los dos comenzamos a armar algo una vez que armamos la coreografía y la repasamos miles de veces, comenzamos a hacer estupideces. Teníamos alrededor de una hora para dar las próximas clases. Así que comenzamos a hacer trucos extraños. Probábamos uno donde nos sosteníamos de las manos y de un salto debía girar por detrás de él hasta dar una vuelta a su alrededor para quedar frente a él y antes de caer rodear su cintura con mis piernas.
-Bien, a las tres...- dije.
-1...2...3...- contamos y salté, logré girar y colocar mis piernas. Pero el perdió el equilibrio y cayó sobre mi aplastándome. Comenzamos a reír entre quejidos de dolor.
-El Ballet no es lo tuyo... definitivamente- comenté entre risas.
-No, claro que no- contestó. Sentí como corrió un mechón de mi rostro y las risas cesaron, él aun seguía sobre mí y me miraba a los ojos. < ¿Qué carajos?> Pensé. Me removí incomoda y al parecer se dio cuenta, porque salió de encima y se paró rápidamente. Me tendió una mano y me ayudó a ponerme de pie. Comencé a acomodarme la ropa nerviosa por lo que acababa de pasar, a diferencia suya que se encontraba bastante relajado. Abrió la boca para decir algo pero Ally interrumpió:
-Ian ya tienes alumnos esperándote- dijo asomada a la puerta- Hola Nani- Agregó. Saludé con mi mano y le sonreí.
-Enseguida voy Ally...- ella asintió con la cabeza y se fue por donde vino. El moreno que estaba frente a mi giró para mirarme- El deber llama. Te veo luego Nani...- Salió del salón como si nada.
Una vez que se fue, solté el aire que no me había dado cuenta que estaba conteniendo.
¿Qué demonios fue eso? Oh, dios mío... No quiero sumar un problema más. Ya tengo bastantes como para preocuparme por Ian también.
Luego de unos minutos los chicos de mi grupo comenzaron a aparecer para empezar la clase. Un estiramiento simple y luego a enseñarles la coreografía que había hecho con ayuda de Ian.
-Vamos... 5, 6, 7, 8...- conté. En el tiempo numero 8 giré, pero un mareo repentino hizo que cayera sentada al suelo. Todo comenzó a dar vueltas en mi cabeza.
-Nani ¿Estas bien?- preguntó una de las chicas. Acercándose.
-Si, solo fue un mareo...- dije sin importancia. Me ayudó a ponerme de pie y me coloqué de espaldas al espejo- Háganlo ustedes así puedo verlo- pedí.
Mi vista se estaba volviendo borrosa ¿Qué demonios me pasa? Puse la música otra vez
-5, 6, 7, 8...- conté nuevamente ellos comenzaron pero se me estaba haciendo difícil verlos. Froté mis ojos para que se me aclarara la vista, pero no había forma, mi vista estaba aun peor. Comencé a sentir como mis brazos y mis piernas pesaran el doble. Mi cuerpo era gelatina. La música se volvía lejana, hasta hacerse un zumbido. Y de un momento a otro el sonido desapareció y mi vista se volvió completamente negra.


La cabeza me dolía, y la almohada en la que estaba apoyada no era la mía, era fría e incomoda, al igual que la cama. ¿Por qué estoy en la cama? Yo estaba en una clase.
Abrí los ojos y una luz blanca me penetró directo en los ojos.
-¿Dónde estoy?- murmuré
-Nani... ¡Despertaste!-
-¿Euge? ¿Qué paso?- me senté en la cama.
Observe a mí alrededor. ¿Estoy en un hospital? La habitación era fría, blanca con algunos tonos en crudo. Típico de hospital.
-Te desmayaste en plena clase. Te golpeaste la cabeza así que te trajeron para revisarte...- contó
-¿Hace mucho?-
-Una hora. No sabes el susto que me diste ¡y luego dices que no debo preocuparme!- regañó
-Por favor, no me grites ahora... Mi cabeza se esta partiendo en dos- Pedí
En ese momento una mujer, rubia bastante joven con delantal blanco y un estetoscopio colgando de su cuello. Entró en la habitación
-¿Qué tal? Soy la Dr. Greene.- se presentó con una sonrisa amable- ¿Cómo te sientes?- preguntó.
-Me duele un poco la cabeza y estoy algo cansada...-
-Entiendo...- Miró lo que supuse sería mi informe- Los análisis indican que tienes un cuadro de anemia. ¿Has estado comiendo mal?- abrí mi boca para contestar pero me vi interrumpida por mi amiga.
-Si Doctora, casi ni come...-
-Entonces voy a tener que pedirte que lo hagas, voy a recetarte unas pastillas de hierro para ayudarte, debes comer vitaminas y al menos una semana de descanso- escribió la receta para las pastillas y se la entregó a Eugenia.
-¿Y el desmayo por que fue?-
-Solo le bajó la presión por no haber comido nada en el día...-
-¿Ya puedo ir a casa?- Pregunté
-Claro que si- dijo sonriente.
-Muchas gracias doctora- dijo Euge apretando su mano.
-Es mi trabajo chicas, cuídense-
La doctora se fue de la habitación
-A ver si ahora empiezas a comer algo, no quiero estar aquí por la misma razón... O aun peor- me regañó Euge
-Lo se, lo siento...- dije levantándome de la cama con su ayuda, me sentía débil.
-¿Hay fotógrafos afuera?- pregunté
-Creo que algunos...- tomó el bolso que había llevado al estudio de danzas y se lo colgó al hombro.
-Euge, no quiero que Zayn sepa de esto... Se preocupará y...- Quise terminar pero me interrumpió
-Entiendo... Digamos que fue una simple intoxicación de algo que comiste- sonreí.
-Gracias- me devolvió la sonrisa.
-Vamos a casa, necesitas descansar-
Caminamos hasta la salida del hospital agarradas del brazo para disimular un poco lo débil que me sentía.
-Tengo la camioneta de Harry para volver, pero esta vez conduzco yo...-
Una vez afuera me encontré con una sorpresa, un amiguito de cuatro patas se me acercó.
-¡Hey! ¿Qué haces aquí?- dije el perro se paró frente a mí moviendo la cola y rasqué su cabeza.
-¿Y este perro?- preguntó mi amiga.
-Lo conocí hoy me acompañó hasta el estudio de danzas, le di mi tostada...- conté
-Ahora entiendo...- murmuró. Solté una risita.
-Llevémoslo a casa- dije.
-¿¡Qué!?- Preguntó Euge entre sorprendida y horrorizada.
-Si, hace tiempo que quiero un perro- conté- ¿Tú que dices amigo?- el perro dio un salto luego de un ladrido. Solté una risita.
-Estás loca...-
Caminamos hasta a camioneta junto al perro. Abrí la puerta de los asientos traseros
-Vamos amigo, entra- el perro obedeció y se sentó justo en medio. Cerré la puerta y subí del lado del acompañante. Su cabeza estaba entre los dos asiento delanteros.
-Harry va a matarte...-
-Shh, no se enterara- dije- debemos buscarle nombre- agregué una vez que Euge arrancó para dirigirnos a casa.
-¿Que tal Crocket?- sugirió Euge entusiasmada. La miré con cara de asco.
-Si, claro... Copito también podría ser- dije irónica.
-Lo siento... Fue lo primero que se me ocurrió- contestó entre risas.
-¿Que tal Chester?- Pregunté luego de unos segundos
-Suena bien...-
-¿Qué dices tú?- pregunté al perro. El perro ladró, supuse que en signo de aprobación. Solté una risita, el perro era tan simpático.
-Chester entonces...-
Giré para mirar al frente, sintiéndome repentinamente bien. Definitivamente Chester llegó en el momento indicado. Estoy segura que será un buen perro.


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Ya faltan pocos capítulos para el final...

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Creditos a Nani.


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⏰ Última actualización: Sep 15, 2015 ⏰

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Prettiest Friend (Zayn y Nani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora