Otro error típico del ser humano es que siempre intenta convencerse de que esta mejor sin alguien, en vez de dar todo por recuperar a esa persona y estar realmente feliz. Muchas veces las personas necesitamos -me incluyo- perder algo o alguien para ver su valor. Quizás la costumbre de recibir lo bueno del otro nos hace desvalorizar a la otra persona y la perdemos, y entonces nos damos cuenta de lo que está pasando y vamos de vuelta por esa persona pero después de un tiempo vuelve a pasar lo mismo, una y otra vez. Está bien equivocarse una, dos, quizás tres veces, pero ¿Cuántas personas tenemos que perder para aprender a valorar a quienes nos rodean? ¿Cuántos corazones tenemos que romper para cambiar nosotros mismos? y ¿Cuántas veces van a tener que rompernos el corazón a nosotros para aprender que no todos valen la pena? Cuando en realidad, ni siquiera tendría que valer la pena, porque cuando hay amor de verdad las penas se van.