De alguna manera conseguí aclararme la vista, estaba sola y tirada en el suelo, un olor intenso y desagradable me vino a la nariz, había una mancha de vómito algo seco en el césped del bosque y mi garganta quemada me decía que era mío, intenté enfocar la mirada y parecía que seguía en el bosque, pero ahora todo estaba en un silencio absoluto y era de día, ni perros ni policías, pero tampoco pájaros o naturaleza que reviviera la naturaleza de las montañas, ni los árboles hacían el caracteríatico ruido de sus hojas frotando con el viento, el cual, para hacerlo más extraño, era muy fuerte, tanto que me costaba amansar mi pelo para evitar que chocase con los restos de ácido de alrededor de mi boca.
Tras unos minutos conseguí levantarme lentamente y mirar a mi alrededor, el bosque era profundo y no habían señales de vida a mi alrededor, no sabía que hacer ni donde estaba, intenté coger el teléfono que tenía en el bolsillo pero no estaba, ni si quiera recordaba si lo había cogido anoche...anoche...mis padres...
Unas lágrimas empezaron a correr en mis mejillas, en el fondo no quería hacerles daño, no sabía que haría ahora, estaba perdida y sola y no podía volver y tampoco sabía como.
Intenté calmarme y pasar página, en el fondo me afectaba todo lo ocurrido, pero una parte de mí necesitaba no sentir nada al respecto y ser fuerte, concentrarse en otra cosa para no derrumbarse en mi interior.
De pronto un olor dulce y acaramelado me inundó la nariz, tan intenso que ni la acidez del vómito ni la clorofila de las hojas conseguían opacarlo. Mi estómago estuvo de acuerdo con él y empezó a rugir como una bestia voraz, hasta los pelos de los brazos se me estremecieron ante tal rugido, era cierto, no sabía cuánto tiempo...o días llevaba allí tirada. Decidí seguir ese olor, esperando que me atrajera hasta alguna casa, algún refujio que me diera algo de seguridad entre aquel caos.
Caminé no sabía cuanto tiempo, pero al ver el sol sabía que al menos unas horas, el olor seguía alli, cada vez más intenso, pero no conseguía llegar a ningun destino. ¿Debería rendirme?¿Debería dejar esta estupidez y entregarme a la policía? Maté a mis padres, quizas no fui yo pero...no, la sangre, el cuchillo...claro que fui yo. Estoy empezando a pensar tonterias. Seguía dando pasos cortos mientras me inundaban la cabeza todos los pensamientos intrusivos que pudieran existir.
-¡Cuidado!- Una voz masculina y tenaz atravesó todo el bosque a mi alrededor, se me erizó la piel y miré buscando para todos lados pero no vi a nadie. Oí como unos pasos venían corriendo hacia mí y de repente que algo me saltaba encima, tirándome al suelo. Cuando levanto la vista hacia el peso que tenía encima, me encuentro con unos ojos azules mirando los míos. -Estás bien humana?- El chico tenía una melena negra y lisa bastante enredada con hojas y ramitas de los árboles, unas ojeras bastante...oscuras...y una sonrisa....Espera un momento, Jeff the Killer?!
Entre el hambre, el malestar corporal y lo que estaba sucediendo ahora mismo senti que por un momento mi cuerpo queria volver a desmayarse, pero por suerte o desgracia no fue así. Jeff no era como lo había imaginado o había visto en dibujos, parecía un chico de mi edad, quizás unos 5 años más, pero tenía el rostro desfigurado y la piel muy blanca y...olía a caramelo... ¿era él?
-Vamos, corre!- Se levantó y se giró empuñando un cuchillo, un lobo del tamaño de un oso y ensangrentado estaba gruñendole y en posición de ataque -SMILE DÉJALA- chasqueó la lengua -sabía que me traería problemas traérmelo-
Mi cuerpo no reaccionaba, supuse que estaba en shock y no podía ni protegerme con los brazos cuando vi que el perro que abalanzaba sobre mí. Lo siguiente que recuerdo fue ver como Jeff agarraba del cuello a animal y forcejeaban en el suelo hasta que se quedaba inmóvil.
-Estás en shock- Dijo Jeff jadeando mientras se acercaba a mi y se ponía de cuclillas a mi altura -tranquila, le pasa a muchos nuevos - sin preguntar me agarró del brazo y me levantó en pie. -Slenderman me ha mandado a recogerte, era el único libre...- Me miró de reojo mientras comenzaba a caminar, esperando que le siguiera detrás - Normalmente los nuevos tienen que llegar por su propio pie, pero llevas días desaparecida, asique tuve que usar a Smile...- Parecía que hablaba por incomodidad, y así fue, porque al notar mi silencio no volvió a hablar más por el camino, quitando algún que otro comentario sobre lo fuerte que era enfrentandose al perro y lo bella que era su sonrisa.
Seguimos caminando hasta llegar a divisar una mansión bastante antigua y enorme a lo lejos, cuando quise preguntar Jeff había desaparecido.
Caminé hacia la puerta, la cual era completamente negra y con un arco redondeado, y toqué para ver si había alguien, desde cerca se veía aún más grande, ésta parecía tener ocho metros solo de alto, más grande que toda mi casa.
Efectivamende, Slenderman estaba dentro pues él me abrió la puerta, pero no estaba solo, detrás suyo estaban unos niños pequeños jugando y muchas personas, la mayoría mayores que yo, hablando en grupos... era muy extraño pues los grupos estaban muy separados y se miraban mal, además cada uno tenía rasgos...espeluznantes, parecían sacados de alguna película casera de terror.
-Has tardado-Slenderman me llamó la atención con un sonido algo extraño, cuanto tiempo habré estado observando la escena? -Me desmayé...creo...- respondí sin mucha gana.
-Ésta es tu nueva escuela, aquí aprenderás lo que necesitas saber para ser mi Proxi -respondió, sigo sin entender cómo puedo llegar a ser nada... y por qué yo?- te asignaremos un tutor, sígueme-
Asentí y lo seguí hasta una pequeña sala que estaba justo al lado de la entrada... Tutor? ¿A qué se refiere? todo estaba siendo tan extremadamente raro que mi cuerpo intentaba hacer parecer como si todo fuera bien, aunque en el fondo no pudiera dejar de temblar. Atravesamos unos pasillos hata lo que parecía ser una especie de recepción, por dentro parecía ser algo así como un internado. Cuanso llegamos a una sala empezaron a hacerme unas pruebas demasiado simples incluso para mí, dentro de todo lo extravagante, se me hizo raro que fuera algo tan simple.
-Mira estas imágenes -dijo mientras señalaba tres de ellas- escoge con la que más te sientas identificada-
-Vale...supongo- vamos...yo puedo hacerlo. Miré las imágenes: una bola de fuego, una mano ensangrentada y una bufanda de rayas...qué hago?...
Las mire detenidamente durante un rato y escogi la bufanda.
-Por qué elegiste esa? -me preguntó con un tono de sorpresa, como si hubiera elegido la incorrecta.
-Porque es la que más normal parece....- dije intentando tranquilizarme, no quería acabar muerta, era muy intimidante, y si fallaba el test y ya no me queria de proxy? acabaria conmigo...
-Bien, ahora, de las dos siguientes, cuál te gusta mas?-
Agarré una foto de una mano ensangrentada y se la di, no sé por qué elegí aquella, no podía controlarme ni relajarme completamente, guiada por el ''error'' anterior, supuse que esa sería mejor opción.
-Ya veo....-dijo de una manera más seca, agarró la otra y la guardó.
Le miraba un poco extrañada, aún no entendía ese lugar ni para qué servía todo aquello, y de alguna manera el hecho de que sea un monstruo gigante hacía que no pudiera quitarle los ojos de encima.
-Muy bien, lo siguiente que harás es decir cual es tu mayor miedo-
-Mi mayor miedo? Pero no sé cuál es- mi mente estaba demasiado en blanco como para pensar en ese tipo de cosas en ese momento, sobre todo porque estaba cagada de miedo en ese momento, ¿Cómo pensar en mi mayor miedo cuando lo tenía constantemente en el cuerpo?
-Concéntrate...¿Qué te ha traído hasta aquí?-
Entonces me vino a la cabeza aquella vez que mis padres me dijeron que no me querían.
-Mi mayor miedo...es el abandono... -susurre algo avergonzada, contarle mis mayores secretos a un monstruo de una historia ficticia al que no conocia..¿Puede pasarme algo más aún? -Ven conmigo, ya sé quien sera tu tutor-
Y con esas palabras me condujo hacia afuerta de la sala, atravesamos esa pequeña plaza donde los grupos seguían separados y los más pequeños aún jugaban, entramos por uno de los pasillos que se separaban como un laberinto y giramos unas cuantas esquinas hasta llegar a un pequeño despacho con algo de polvo y con un único marco que adornaba la sala vacía, se veía vieja y cutre, como si nadie le pusiera el suficiente esfuerzo o cariño de mantenerla en condiciones -Hemos llegado-
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Creepy School
Fanfiction_ mato a sus padres tras un brote de locura extrema. ¿Que pensarias si te digo que slenderman la quiere hacer su proxy? ¿y si no se espera que hay que hacer para conseguirlo? Todo esto no es nada, porque las miles y un de aventuras que le esperan so...