Tu Eres Mi Heroe

Capítulo III

Llego a mi casa luego de el primer día de Secundaria. Estaba solo, mi mamá se fue a trabajar y me dejó el almuerzo listo para comer. Termino de almorzar y lavo los platos, hago mi tarea y me voy a dormir.

Suena mi teléfono, me estaban llamando, era Sebastian que quería que lo ayude con algo. Acepte y le dije que venga a mi casa. Corto la llamada y me doy cuenta que dormí dos horas y aun no me bañe, me fui a la cocina por una manzana y llega Sebastian. Cuando voy a abrirle la puerta veo que esta agitado y que la frente le sangraba.

Entra a mi casa rápido y le pregunto que le paso:

Gaston: ¿Estas bien? ¿Que te paso?

Sebastian: Nada importante, solo me escape de una pelea.

Gaston: ¿Como que pelea? ¿Tu peleas? ¿Era algo ilegal?

Sebastian: Como te gusta ser curioso. Oye, esto queda entre tu y yo.

Gaston: Okey pero ¿De que hablas? - En ese momento me muestra la pistola que saca de su bolsillo - ¿Robas? ¿Eres ladrón?

Sebastian: No, no creas eso de mi. Únicamente le devuelvo a los pobres lo que les han robado.

Gaston: Osea que eres como un Robin Hood.

Sebastian: Si, pero ilegal de alguna forma.

Gaston: Bueno, esto es nuestro secreto. Ahora traeré algo para sanarte esas heridas.

Sebastian: Gracias por ayudarme cuando nos conocimos hoy.

Luego de esa conversación, me voy al baño a buscar en el botiquín alcohol y papel. Vuelvo al salón y le empiezo a limpiar las heridas. Seguimos conversando del tema:

Gaston: Pero, ¿Ahora que fuiste a robar?

Sebastian: En realidad, me vino a buscar una pandilla de chicos que les había robado algo a un niño del orfanato de donde vengo. Auch - Me contaba entre quejidos que daba por el alcohol que ardía -

Gaston: Perdóname, fue sin querer. Déjame limpiarte el labio. - Nos acercamos y nuestras bocas estuvieron a un centímetro de ser tocadas entre si -

De la nada sonó el teléfono de mi casa. Nos separamos rápidamente, y fui a atender el teléfono. Era mi madre que estaba por llegar.