Ella no reacciono, se paralizó y luego lloro. Para terminar con un silencio que ella rompió con un adiós.
Unos días atrás la catástrofe llego a nuestra raza, aparecieron los Dragón Slayer que nos cazan sin razón aparente, mucho de mis conocidos fueron exterminados mi padre Igneel murió el mes pasado dejando me a mi como rey. He buscado una forma de camuflaje que a los humanos les sera imposible encontrarnos pero un dragón tiene que permanecer en esa forma por toda su vida, ese seré yo, los otros no saben, solo les dije que cuando quieran se podrán transformar en dragos y tendrán como yo todos sus poderes sin limitaciones, solo cambiara su aspecto al de un humano cualquiera.....
Esa es la verdad tras mi partida, si yo me quedo mas tiempo en este lugar ella y los otros dragones correrán peligro. Debo apresurar me con ese hechizo, para que la paz vuelva a nuestra raza.
Los días han pasado con tranquilidad ya que esa humana Lucy no vino desde entonces, no puedo evitar sentirme una tanto culpable, tiene que entender que hay cosas que no se pueden decir.Me preparo para levantar vuelo y no regresar a este lugar por un tiempo, pero una femenina voz me detiene, era ella.
-Acaso no quieres despedirte de mi?- Preguntó casi indignada.
-Quien se despediría de una persona que acaba de llegar?. Nadie- Conteste seguro de mi respuesta.
Ella solo sonrió para luego acercarse a mi, se detuvo a tiempo para que no hiciera contacto con mis escamas.-Como esto es un hasta pronto yo me quedare con esto dijo señalando una escama en particular- Se dispuso a sacarla, y al tocarme el calor de su dedo fue aumentando causando que ella se quejara por el dolor. A pesar de que le advertir ella no me hizo caso que humana mas interesante.
Al final saco aquello por lo que me toco, se le veía muy satisfecha con el resultado.-Bien, ahora que ya me puedo ir, Adiós Luce- Me fui de ese lugar para regresar cuando todo esto haya terminado.