Nuevamente volvía a aquel deprimente lugar, donde los brillantes recuerdos del pasado eran opacados por los del presente. Recordaba a sus amigos correr hacia las olas, incluso en ese preciso momento podía oír las risas entremezcladas llenando su corazón de nostalgia. A veces pensaba que tenía deseos demasiado egoístas, en especial cuando la soledad le rodeaba hundiéndole en la fría oscuridad. Quería volver a reír junto a ellos, disfrutar de la vida en su compañía, pero eso ya no sería posible, no.
<Sus almas están en paz, debería estar feliz por ellos> recriminó mentalmente mientras apoyaba su frente en el volante <Venga, es hora de dejarles ir> se animó levantando su cabeza. Acomodó su cuerpo en el asiento dispuesto a marcharse cuando diviso una pequeña figura caminando por la orilla del mar hasta el muelle.
Era imposible no reconocerle, a pesar de la distancia. Su corazón comenzó a latir contra su pecho de manera audible e un pitido se instaló en sus oídos impidiéndole pensar con claridad, ¿qué hacia ella ahí?
Observó su caminar refugiado en su camioneta. El viento que soplaba despeinaba su cabello haciéndolo ondear libremente al igual que la falda de su vestido blanco. Caminaba lentamente dejándose acariciar por la brisa, sin prisas por llegar a su destino. Jin pudo ver que llevaba algo entre sus brazos manteniéndolo cerca de su pecho, pero por la distancia no supo apreciar de qué se trataba.
Bajó de la camioneta intentando ser lo más silencioso posible para no alertarla de su presencia. Parecía ser un sueño, otro como aquel donde estaban sus amigos. ¿Es que ya había llegado al borde de la locura y sólo debía saltar?
La siguió a una distancia prudente y así se mantuvo hasta que ella se paró en la orilla del viejo muelle de madera. En ese instante pudo ver que era lo que llevaba con tanto cariño en su regazo: un ramo de lirios blancos.
La observó luchando contra los recuerdos del pasado que amenazaban con llegar a él, la similitud de la escena removió viejas memorias: él llevándole un ramo similar en distintas ocasiones en el transcurso del tiempo en el que estuvieron juntos. Incluso la última vez que se habían visto, Jin le regaló un enorme ramo de lirios blancos que representaban el amor puro que sentía por ella.
Volvió a la realidad cuando el sonido de los maderos lo alertaron, la muchacha se encontraba inclinada con una de las flores colgando en su mano. La lanzó al mar susurrando un nombre, segundos después imitó su acción pero esta vez nombrando a otra persona.
Jin murmuraba los nombres al mismo tiempo que ella lo hacía lanzando las flores al mar con segundos de espera entre una y otra: Namjoon, Hoseok, Jimin, Jungkook, Yoongi, Taehyung. Ya sólo quedaba uno, ambos sentían el nombre arder en su garganta.
Ella no era capaz de mencionarlo, él esperaba que no lo hiciera.
Seokjin se sorprendió al ver como su posición cambiaba hasta quedar de rodillas sobre las viejas tablas, vio como inclinaba su cuerpo hacia adelante, acercándose al mar para posar con delicadeza el último lirio -que segundos antes había llevado a sus labios para besar uno de los pétalos-, el mismo que fue mojado por una traicionera y silenciosa lágrima.
-Seokjin... -susurró.
En ese momento el chico comprendió la razón para tomar aquella posición. Fue el movimiento de los hombros de la chica lo que se lo reveló.
No podía escuchar los sollozos que se escapaban a través de sus labios, pero podía ver las convulsiones de su cuerpo tras cada grito desgarrador. A pesar de eso, no fue capaz de moverse de su lugar. Aún se encontraba sorprendido por la aparición de aquella chica.
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»In the mood for love« Jin »one shot«
Fanfic"Sigues brillando, todavía eres como una perfumada flor. Ahora confía en mi, abrázame de nuevo"- Hold Me Tight. --- Esta historia se basa en el final del prólogo protagonizado por BTS. La historia me pertenece, no así los personajes.
