La cita de la científica tímida y el delincuente - Karma x Okuda (one shot)

La primera cita

Cuando Okuda sale de su hogar, Karma ya se encontraba esperando a ella. Él iba vestido con una camisa casual y pantalones. El parecía despreocupado, como siempre.

Okuda le da un vistazo al vehículo donde irían. Para su sorpresa, el pequeño auto en el que Karma abre una puerta está siendo abrazado por un ser amarillo con tentáculos.

"¿Koro-sensei?" Preguntó la chica con sorpresa. "¿¡Por qué está aquí!?"

Karma sonrió y dijo "No te preocupes, él no estará con nosotros todo el tiempo."

"Entonces, a donde iremos?" preguntó Okuda.

El pelirrojo puso un dedo en sus labios y dijo: "Es un secreto."

Okuda le quería replicar, pero se mantuvo en silencio. De repente, las mariposas volvieron a su estómago, solo por haber recordado el día en que Karma le pidió una cita. Eso seguía siendo difícil de creer para ella, aun cuando ya están en camino.

Ya cuando los dos estaban dentro del auto, Koro-sensei empezó a llevar el auto a Mach 20, o tal vez menos. Ya estaban en el aire. Desde las ventanas de auto, se podían ver las casas y edificios de la ciudad, además de hermosos colores que fueron del agrado de la chica. El cielo estaba azul y hacía un poco de aire, era un buen día. El viaje duró muy poco, pero se pudo apreciar mucho en ese tiempo.

Cuando el auto regresa al suelo, ella no pudo reconocer los alrededores, aunque estaba segura de que seguían en Japón.

"¿En dónde estamos?" Pregunta ella.

Karma sonríe. "Bienvenida al Museo de ciencia de Tokyo!"

Ella mira a su alrededor de nuevo. Es cierto. Le toma unos segundos reconocer ese paisajes que ha viste muchas veces en revistas y libros de ciencia.

"Sabes, nos hubiera tomado algo de tiempo haber llegado aquí en un transporte normal." Dice Karma. "Es por eso que le pedí este favor al sensei. El regresará más tarde para llevarnos a casa. Pero por ahora, entremos."

Adentro, el museo se veía más grande de lo que parecía afuera. Había varias pantallas en las que se veían datos interesantes sobre la ciencia. Okuda miraba alrededor, estaba realmente feliz.

"¿Pero tú no te aburrirás? Yo sé que no tienes una gran pasión por la ciencia como yo." dijo ella.

Karma movía su cabeza de un lado a otro indicando un no. "No si tú eres la que me explica sobre lo que veamos."

Okuda sonríe aliviada, pensando que el resto de la tarde sería genial, pues ella podría tener dos de sus cosas favoritas a la vez.

"¡Genial, Karma-kun! Entonces, ¿por dónde empezamos?"