Dos kilos menos.
Lo sé.
La recaída esta a la vuelta de la esquina pero me
da absolutamente igual.
Solo quiero poder mirarme al espejo y poder respirar.
Sin tener que apretar los dientes y desear ser otra o terminar con todo.
La adolescencia es mala.
Los adolescentes son malos.
Somos malos.
Pero bueno.
Hoy no ha sido un día malo.
Puede que un poco.
Pero se sobrelleva, ellos me tienen miedo y respeto.
Y ellas asco o envidia.
Envidia por caer bien al genero masculino.
Patético.
Aún así eso dejo de importarme hace mucho.
Las clases no han estado mal del todo.
Menos Física.
La profesora me odia.
Lo que no entiendo, vale pueda que no la escuche a ratos, pero no es mi culpa. Lo que explica es demasiado básico.
Pero aun así no veo motivos, para que me odie.
En fin.
Hoy he vuelo a discutir con mi padre, ya es una tradición al volver del instituto el me grita y yo hago como que no me afectan sus palabras, pero lo hacen.
Y mucho.
En resumen no ha sido un día tan malo.
Solo me llamaron satánica un par de veces, y yo les conteste algo muy poco femenino.
Fue divertido.
Noto la rutina asentarse en mi alma.
Que pena.
