Me han llamado hija de Hades.
Hades; que es el dios del nada, el dios de la muerte y el inframundo.
El dios que cuida de esos que no cuidaron sus almas.
Interesante.
Pero,
tan cruel soy.
Tanto creen que me conocen.
Lo dudo, se que ideas buenas no tengo.
Se que más que alegría lo que aporto son desgracias.
¿Soy el caos personificado?
Lo dudo.
Soy caos, pero no personificado.
Soy la que esta loca,
loca de remate.
Y no soy guapa, ni siquiera guapa de cojones.
Y si, bebo, pero no de vaso, no soy tan fina.
Y si, al día siguiente no me acuerdo de todo.
Y si, también juego con los sentimientos, pero no los míos.
Los míos fueron destruidos, por si alguien como yo quiera jugar con ellos.
Y si, también soy la que va de negro, y utiliza, más el dedo medio, que las palabras.
Y si, soy la que tiene un vocabulario de camioneros.
Pero también soy
eso una persona.
Pero como persona, soy destructora, destructora de mi propio ser, destructora de todo lo que toco, destructora de alegrías y sonrisas.
Aunque también soy creadora, creadora de odio y de rencor.
Puede que si.
Puede que me conozcan.
Pero no.
No me conocen.
Por que soy mucho peor que todo eso.
