Tú, alma despiadada

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Tú, alma despiadada, sufrida y sin bondad, ¿Qué le hiciste a mi ser?, la lógica ya no existe en él, solo por ti.

-Madurez-dijo él-, sólo eso te pido-repitió, convenciéndome-, ¡Madura!-exclamabas enfadado. Pero, ¿Tú sabes lo que sentía? No, no lo sabes, porque no sabes por lo que pasé...

-Ya no eres inocente, sólo eso-dijiste indiferente.

Yo era un niño, sólo eso, pero tú no lo entendías, ni lo entiendes... Jamás lo harás, porque tú nunca lo fuiste. Si no es así, eso parece.

Piedad no, hacer sufrir a los demás, si. Me volví sanguinario, todo por ti. Tú, alma despiadada, deja me... ¡Libérame!. Deja me ser libre. Tú, frío, el mejor adjetivo para describirte, deja de hacerme sufrir. ¿Acaso fue mi padre, o fue mi madre, él que te hizo tanto daño? Por favor, yo que no te he hecho nada, te lo suplico.

¡Tu temor me condenó!. Yo, príncipe de una raza extinta, a excepción de mi niñero odioso, un niño; aquel entonces, y su hermano... 

Mi hermano de sangre, que creía muerto, que fue mi sufrimiento durante meses en secreto y ese... quien me hizo ver la vida de otra forma, que me hizo ver el verdadero significado de la amistad, un guerrero criado en la tierra, hermano de el niño sobreviviente. Pero ellos no contaban como compañía, mi sufrimiento era más fuerte.

¿Por qué lo hiciste?, ¿Por que me raptaste en mis inicios de vida?, ¿Por qué me obligaste a ser cómo tú?, ¡¿Por qué?!, no lo entiendo...

Cuando me entere de su muerte, mas bien de sus muertes, mi vida se desplomó, pero no podía mostrar sentimientos, no, tú no me dejaste. Una raza murió con ellos, con él, mi padre y con ella, mi madre. Jamás me quejé, no podía.

Maduré mentalmente, a temprana edad, como usted quería, y cuando también lo hice físicamente, te enfrenté, pero no pude vencerte. Mas él si, el Saiyajin de clase baja, te enfrentó y salió victorioso. Ahí nació mi odio hacía él, yo un ser superior había sido superado.

Mi hijo terminó con su vida, proclamando mi libertad, ¿Pero de que sirve si yo no puedo vengarme a mi mismo?. De nada. Y ahora que has vuelto, ¿Vienes a ofrecerme de nuevo esclavitud?

Sabes, tengo felicidad, aquí en la tierra, con una hermosa mujer a quien amo, y tú, alma despiadada, Freezer, nunca más me la arrebatará. Jamás. No de nuevo.

No volverás a desplomar una familia, una familia Saiyajin, y menos la mía.

¿Vienes aquí a amenazarme en matarme?. Intenta lo. Si es que puedes.

Yo, aún anónimo me despido, claro no sin antes darte una pista muy obvia, como toda esta carta. Yo fui una diversión para ti, un juguete. ¿Ahora me recuerdas?, siempre supiste quien era, ¿Verdad?

Anónimo




Mi futuro alterno, Mirai TrunksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora