Había tomado el metro hace varios minutos atrás, como es habitual a esta hora pasaba totalmente repleto por lo que tuve que viajar una vez más se pie. Sonaba en mi iPod una hermosa canción de los Beatles, es de estas canciones que te suben el ánimo al momento en que le das al play, mientras que entre balanceo y balanceo intentaba comprender el libro que llevaba en la mano pero sin tener mucho éxito. Estaba agotado tuve un día de locos y lo peor es que me fue horriblemente mal en la prueba de finanzas, estaba tan chato que sólo quería llegar al departamento, encender el computador y reír con alguna comedia Americana, pero nunca pensé que el encuentro que viviría hoy cambiaría totalmente mis planes para esa noche.
Anteriormente me había encontrado con mi mejor amigo a la entrada de la facultad, fumaba un cigarrillo como sí fuera el último que fuera a consumir durante el resto de su vida. ¿Cómo te fue? Pregunté. -estaba difícil, pero igual me maté estudiando, así que esperó que bien, ¿y a ti?.
-no tengo idea... Pero demás que bien , igual con un 4 salvo. Recordé esos días en donde mi meta era pasar con promedio sobre 6 en la universidad, durante un tiempo lo logré con mucho esfuerzo pero después te dejas llevar o te baja la moral por haberte pasado toda una semana trasnochando para el examen. -oye después voy a hacer una junta en mi casa, te apuntai? -pregunta mi amigo recién botando lo último de tabaco que quedaba en el rollo. -no creo, quiero descansar y en una de esas salgo más en la noche con Violeta.
-pucha, será para la otra. Típico que decía eso, igual nos juntábamos mínimo unas 3 veces por semana, si vivíamos relativamente cerca.
Hacia un frio invernal a esa hora en la capital, de ese frío que te envuelve los huesos y en mi departamento se sentía peor, estaba oscuro. Agarre el teléfono aún pensando en el lapso mental que había vivido unos minutos atrás, siempre pensé que los fantasmas del pasado los olvidadas y no aparecían más, de hecho era así, todo lo que me relacionaba a una época pasada y que no mantenía hoy, amigos, ciudades, etc. Los había olvidado, pero esto fue como un golpe directo al corazón. Llame a violeta, mi novia, habíamos estado saliendo hace ya unos 3 años y la quería demasiado, era como sí me hubiese rescatado del abismo al que había caído y en verdad fue un golpe de suerte conocerla, fuimos compañeros en micro y macro economía. Un día en una fiesta típica de la carrera, estaba ella reluciente y hermosa como siempre, recuerdo haber estado en un sector de la casa que nos alojaba con mis amigos conversando de trivialidades, mujeres y otras cosas típicas de nosotros, pero nunca me había puesto jamás a pensar en tener algo con violeta ni siquiera hablarle, sabía quien era pero nada más. Se podría decir que es la típica mujer bonita que no se junta con gente de bajo perfil como yo, nunca fui muy popular, tampoco era de esa gente que se juntaba a hablar de tecnología, cosas freak y juegos de computadoras sino más bien era una persona que no resaltaba, estaba en el punto en el que no era nadie pero a la vez era alguien. Mi vaso estaba vacío así que fui a rellenarlo con cerveza, estaba en eso cuando se acerca Violeta y me saluda.
-Hola.
-Hola, te lleno el vaso?
-No gracias, disculpa te vi hablando con tus amigos y no sé, somos compañeros de microeconomía pero jamás habíamos hablado
-(reí) violeta verdad? -dije tontamente, sabía exactamente quien era ella-
-si, un gusto.
Luego por largo rato continuamos charlando hasta que llego la hora de despedirnos y ese fue nuestro primer encuentro, luego por mucho tiempo seguimos conversando, nos convertimos en íntimos y un año más tarde empezamos a salir.
Violeta contestó el teléfono y me contó su día, yo le contaba el mío y nos decíamos lo mucho que nos queríamos, esa era nuestra rutina nocturna cuando no nos veíamos durante el día ya que no siempre calzamos con los horarios o logramos vernos muy poco. Sin embargo esta conversación tuvo un toque más frío y triste, como la calma antes de la tormenta, Violeta se dio cuenta de que algo andaba mal, supongo que pensó que tenía que ver con la prueba de la mañana.
-te fue mal amor? Dijo con un tono comprensivo
-en la prueba? No, supongo que no... Al menos me alcanza.
Eso fue lo que la llevo a creer que algo más había sucedido hoy, y efectivamente fue así, es cierto que la intuición femenina nunca falla y finalmente preguntó: "pasa algo?" A lo que sólo pude reflexionar unas fracciones de segundo, suspire y le respondí:
-Tenemos que hablar.