Capítulo 1

67 7 0
                                    

Un día más siguiendo mi rutina de venir a tomar mis clases correspondientes a la música, mi bella pasión.

Es miércoles, he llegado antes de lo habitual y me encuentro esperando a que mis profesores lleguen. Mi primer clase será armonía, nunca he sido muy buena en eso de entender que las notas suenen bien las unas con las otras en conjunto, pero ¿qué más hago? al fin y al cabo es una materia que me guste o no tendré que cursar.
Mientras sigo haciendo tiempo a que lleguen mis profesores sentada en una pequeña banca de madera he visto llegar a un chico, nunca lo había visto antes, me parece que es un chico lindo, se ve bien presen presentable, lleva puesta una camisa azul marino que hacen juego a sus tenis, lleva su cabello de lado y tiene una piel de color exquisito, no es morena pero tampoco es blanca, si la tuviera que comprar como un poeta usa metáforas en sus poemas, yo diría que su piel era cuan arena de mar, Dios, es perfecto, pero... no veo qie lleve instrumento alguno como todos los violinistas, chelistas, flautistas y demás chicos lo solemos hacer, ¿será acaso que toca piano, percusiones o contrabajo? No lo sé, nunca lo había visto, sin embargo creo que es guapísimo, se ha sentado del otro lado de la escuela, en una banca justo frente a la mía, lo contemplo, Dios, que guapo es, ¿Por qué no lo había visto antes? Lo comienzo a contemplar y pasados unos cinco minutos mi profesor llega, tomo mi violín y me lo cargo al hombro, cogo mi mochila y la arrastro un poco, volteo una vez más para contemplar a ese chico desconocido, finalmente me dispongo a entrar y tomar clase.

Terminada la lección del día salgo, con la esperanza de volver a ver a ese chico misterioso, miro a mi alrededor y no hay nada, es entonces que me decido a comenzar a buscar entre los salones, uno a uno, mirando por el rabillo de la ventana esperando encontrarlo. Casi sin esperanzas le hecho in vistazo al salón del frente, el cual jamás se me hubiera ocurrido mirar, me acerco poco a poco para ver con más claridad y vaya sorpresa que me he llevado, ahí estaba el chico que apenas esa tarde había descubierto. Sentado, atento a su clase. He decidido alejarme para sentarme y tratar de despejarme un poco, acomodo mi cabello rubio y compruebl que en mis labios aún hay un ñoco de lápiz labial color carmín.

Finalmente sale y se va por donde lo vi llegar. No se su nombre, ni que instrumento toca, sin embargo me gustaría saberlo, creo que es un chico interesante. Después me pongo a pensar que quien podría fijarse en mí, una chica que nunca ha sido muy sociable y más que nada despistada...

Acordes de amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora