Viajar conmigo

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Tranquila como la mañana, ardiente como el sol del medio día.

Su corazón abre mis ventanas,
y aunque las dudas me ganas, la quiero todavía.

Se esconde bajo mi almohada, y entre mis sabanas se envuelve.

Me dice todo y no entiendo nada,
y su mirada mis problemas resuelve.

Su nombre corre por los soplos del viento.
¿Cómo olvidarla si la siento?

Su hermosura es mi condena.
Soy el príncipe de la dulce pena.

Es calor, es frío, es sol, es luna.
No toca la guitarra aunque su cuerpo parece una.

Cuan delicados, cuan hermosos y bellos,
que como cuerdas de guitarra son sus cabellos.

Cuando los toco disfruto la mejor melodía.
Tocar las notas de tu cuerpo, nunca olvidaré ese día.

Una mano en tu cabello, otra mano en tu abdomen,
una toca tu cuerpo, otra los acordes que te componen.

Seré un viajero, aunque esté en el mismo lugar físicamente.
Me daré el privilegio de viajar con la mente.
Escucha y atesora cada palabra que te digo,
y si no te da miedo, también puedes viajar conmigo.

-Leonardo Castro.

Sie7e poemas a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora