Jokes

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La clase se encontraba en pleno silencio.

Todos los alumnos se habían callado al escuchar la pequeña broma e insinuación que Terasaka había soltado como si de una granada se tratase. Algunos se habían quedado serios, otros le daban la razón en silencio con algo de miedo, algunos se tapaban los ojos para no ver la reacción del otro chico y los que tenían valor, como en el caso de Nagisa, habían girado sus cabezas para ver lo que iba a pasar. Mientras tanto, lo que era ese ser tentáculoso amarillo al que habían llamado Korosensei había sacado una cámara, quién sabe para qué. Pero ahora no estaban para fijarse en detalles.

Y es que Terasaka, habiendo empezado a discutir con Karma por quién sabe que, ya ni se acordaban, había querido provocar al pelirrojo de forma que este perdiera los papeles y había dicho lo peor que se le había pasado por la mente, pensando que así conseguiría su objetivo:

-Tú y Asano tenéis un rollo muy raro ¿Cuándo pensáis salir del armario y admitir que estáis coladitos? ¿O es que acaso ya estáis saliendo en secreto?

El silencio era absoluto.

La atmósfera en la clase se volvió pesada de repente y nadie se atrevía a dar un paso en falso. Terasaka sabía que meter al presidente del consejo estudiantil en la discusión significaba entrar en un terreno lleno de minas, más si estaba insinuando que había algo entre ellos. Pero con eso se aseguraba de que Karma o se quedaría callado o bien se levantaba para pegarle una paliza, aún así valía la pena. Sabía que no era el único que se había dado cuenta del aire extraño que rondaba alrededor de esos dos. No podían ni verse, pero se prestaban atención clavando la mirada en la figura del otro aún si estaban a metros de distancia. Decían que se odiaban, pero a veces se quedaban parados mirándose, con un silencio tenso y sin una palabra de por medio. Era una especie de tira y afloja que había comenzado nada más terminar los exámenes del segundo trimestre. Karma le llamaba segundón, el otro le respondía con otro insulto. Se decían mutuamente que se largaran y se dejaran en paz de una vez, pero no lo hacían, ninguno se iba y allí se quedaban. Podían insultarse entre ellos, pero si otra persona decía algo que no debía a alguno de los dos, el otro le miraba con frialdad e irradiando una especie de aura que gritaba "Solo yo puedo decirle eso y como te atrevas te destrozo la vida en un instante." Era una especie de "Ni contigo, ni sin ti." en el que se enzarzaban todos los días. Esa relación estaba metida en una burbuja entre el odio y el aprecio, un aprecio demostrado de una forma bastante particular, en la que nadie podía entrar. Y si lo intentaban, eran expulsados de esta con rápidez y sin tapujos. Por que un "Lárgate" de Asano y un "Estorbas" de Karma era suficiente para irse con el rabo entre las piernas. Era todo tan bizarro que nadie pudo evitar preguntarse qué eran esos dos realmente ¿Rivales hasta la muerte? ¿Amigos que se toman el pelo? ¿Las dos cosas a la vez? No lo sabían y nadie se atrevía a preguntar.

Y en mitad de esa clase silenciosa, algunos le daban la razón a Terasaka, otros reflexionaban sobre lo que acaban de oír y algunas sonreían con superioridad, como si ya lo hubieran visto venir. Lo que nadie se esperaba, fue el chirrido de una silla que se había deslizado hacia atrás y ver como Karma se levantaba casi de un salto.

-"Ya está."- Pensó Nagisa con miedo.- "Le va a pegar, seguro."

Iba a abrir la boca para parar lo que sea que estaba pensando Karma y vió como Sugino se debatía entre levantarse o quedarse allí sentado por su propia seguridad, pero ambos pararon cuándo se dieron cuenta de lo que estaba pasando de verdad. Karma no se dirigió hacia Terasaka, ni le miró. Nadie sabía hacia dónde miraba porque su cabeza estaba agachada y el flequillo le tapaba los ojos, pero cuándo empezó a andar, pasó por completo de todo el mundo y a paso rápido abrió la puerta de la clase para salir sin decir una sola palabra.

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