Me ahogo.
No puedo respirar.
No puedo hacer nada.
Me odio.
Odio todo.
Odio mis piernas, mi cuerpo, mi cara y como soy.
Odio todo lo que me rodea.
Llorar no soluciona nada pero, lo hago.
Necesito llorar.
Me calma mi odio.
Me calma el dolor.
Esa tortura tan insoportable y a la vez agradable.
Serán efectos de esta tristeza.