one.

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Michael.

Mi infancia no fue la más feliz, de hecho, no recuerdo tener algún momento de felicidad antes de conocer a cierto chico del cual hablaré luego.

Desde que era un bebé había tenido miles de problemas, pues no era un niño de lo más "normal", que los bebés lloran y se ríen todo el tiempo, en cambio, yo no lloraba mucho, y la risa no era algo que conociera a mis escasos dos años de edad.
Incluso me llevaron con distintos doctores, los cuales siempre decían lo mismo. Yo no tenía nada psicológico, ni nada, simplemente era mi personalidad.

Nunca tuve una buena relación con mis padres, o con alguien de mi familia. No mostraba afecto por ninguno y ellos sólo dejaron de mostrar afecto hacia mi. Lo cual, claro esta, me importó en lo más mínimo.

Ahora vamos hasta los cinco años de edad. Yo seguí siendo el mismo niño que no mostraba afecto ni sus emociones, pero había logrado conseguir algunos amigos, y con ellos, que me abriera un poco más.
Sus nombres son Bradley y Ashton, siempre me lleve mejor con Ashton, a pesar de que fuera completamente opuesto a mi. Ash tiene una risa irritante, que a la vez, lo admito, era muy linda. Siempre esta sonriendo, o haciendo alguna estupidez, pero sobre todo, tiene un gran corazón. Algo que estaba casi seguro de que yo no tenía.

Ocho años de edad y mis padres decidieron separarse, obviamente, a mi no me interesó.
El verdadero problema empieza cuando se decide que tengo que ir con mi padre, y aunque en ese momento me dio igual, no sabía que todo lo que no lloré cuando era más pequeño, iba a llorarlo a partir de ese momento. Que lo que no me importó, iba a tener un valor más grande para mi. Ese niño frío, de piedra que era, se convertiría en un cachorrito en medio de la nada, asustado, sólo, queriendo gritar por ayuda. Pero sobre todo, iba a aprender a querer a alguien.

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Can't you see? ;malum;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora