Cuando Calum desapareció por dos meses enteros ni siquiera me había sorprendido, aunque tenía que admitir que cada noche en sentaba hasta altas horas de la madrugada esperando su regreso.
Pero él nunca entraba por la puerta.
Durante esas noches en vela con los ojos pegados a la puerta de la casa en donde él y yo habíamos comenzado a vivir no hace más de un par de meses, se me venía a la cabeza la gran sonrisa del chico moreno del cual me había enamorado hacia años atrás. La manera en la que las esquinas de los ojos se le arrugaban cada vez que una risa dejaba sus labios para llegar hasta mis oídos. En mi mente estaba fresco el recuerdo de aquella bonita noche estrellada donde junto con nuestros dos amigos nos habíamos escapado, dirigiéndonos hacia la nada.
La forma en la que su cabeza cayó a mi hombro y las palabras de aquél pequeño, no tan pequeño, rubio que en ese entonces acabábamos de conocer.
Recuerdo el haber enredado mis dedos entre su cabello hasta que finalmente yo también me quedé dormido, sonando con grandes ojos marrones y una sonrisa que hacía que el corazón me latiera más rápido de lo normal, y horas después, cuando ambos fuimos despertados por el movimiento del automóvil deteniéndose nos miramos fijamente por lo que parecieron horas aunque habían sido unos segundos a penas.
Un gran letrero con la palabra 'motel' en letras grandes y de un color rojo neón se colocaba frente a nosotros mientras con pasos perezosos nos acercábamos a la entrada de lo que seria nuestro lugar de descanso por lo que restaba de la noche.
El señor de ya avanzada edad que se encontraba detrás del mostrador nos preguntó cuantas habitaciones queríamos y para nuestra suerte, habíamos llevado suficiente dinero como para poder rentar dos. Aunque mi buena suerte se fue cuando al entrar a la pequeña habitación solo había una cama en el centro de aquella.
No era como que no hubiese dormido con Calum antes, pero las cosas estaban un poco raras por el momento y eso lo hacía un poco incomodo. Pero el moreno no hizo nada más que tumbarse en el colchón de forma que hubiera un espacio a su lado donde mi cuerpo iba a reposar esa noche y mis ojos no pudieron evitar recorrer la espalda ancha cubierta por la fina tela de la camiseta de mi amigo.
No supe cuanto tiempo me quede mirando pero él ya había caído dormido y al escuchar su respiración pausada y tranquila, supe que todo al final iba a estar bien.Con eso en mente me acosté a su lado y nos cubrí a ambos con la manta de la cama, durmiendo casi al instante unos escasos centímetros separado de él sólo para que en la mañana me encontrará aferrándome a su cuerpo como un pequeño bebé hace con su madre y por un momento me asuste, hasta que noté su brazo reposar sobre mi cintura en un débil agarre, pero aún así, significativo para mi.
Sin querer que ese momento acabara cerré los ojos para volver a caer en un profundo sueño en el que el protagonista era el chico durmiendo a mi lado.
No pasó mucho tiempo cuando sentí a Calum moverse, haciéndome abrir los ojos con pereza y cansancio, él al verme despierto sonrió mientras terminaba de ponerse su suéter color gris.
"Buenos días, Mikey." el corazón se me paro por cinco segundos al escuchar lo ronca que era su voz cuando se acababa de levantar.
"Buenos días," le respondí con una pequeña sonrisa mientras me levantaba y tallaba mis ojos con las manos en un puño. "deberíamos ir a buscar a Ash y Luke, ya es algo tarde."
"Mikey son apenas las nueve de la mañana." dijo con la misma voz al mismo tiempo en el que un bonito puchero se formaba en sus labios carnosos logrando que algunos pensamientos rondaran por mi mente.
Los descarte con rapidez para después hablar, "pero aún tenemos que seguir nuestro pequeño viaje, ¿no es eso lo que querías?" levanté una ceja conforme hablaba y él en respuesta solamente me dio un asentimiento de cabeza y una sonrisa de esas que me hacían sonreír a mi también.
Una vez que habíamos terminado de vestirnos fuimos en busca de los dos rubios que se encontraban totalmente perdidos en un sueño en la habitación 134. Calum y yo rodamos los ojos antes de ir a despertarlos con molestas bromas, aunque después de un rato fuimos callados porque bueno, no eramos los únicos durmiendo en éste lugar.
Salimos dando las gracias al señor detrás del mostrador y nos adentramos al viejo auto de Ashton y antes de ponernos en marcha hablamos un poco sobre lo que íbamos a hacer el día de hoy.
"Primero deberíamos ir a desayunar porque estoy muriendo de hambre, lo que sea pero en serio necesito algo en mi estomago antes de que termine por comerme a Calum." dijo Luke con rapidez y el mencionado lo miro con horror.
"¿Por qué a mi?" el moreno pregunto con un gesto de asco en su rostro, lo que me hizo soltar una risita.
"Bueno, es que tú pareces un pan tostado, ya sabes." el rubio dijo como si fuera obvio y se llevo las uñas a la boca, haciendo que Ashton le apartara la mano de un pequeño golpe, el mismo que también le saco un 'auch' un tanto femenino al rubio.
Finalmente encendimos el auto y una vez más nos dirigimos a un lugar desconocido para nosotros, sin saber las cosas que nos esperaban ahí.
Calum iba sonriente todo el camino, mirando los árboles que se extendían por todo el lugar y no podía decidir qué era más bonito, si el lugar en el que nos encontrábamos perdidos, con sus flores, árboles y pequeñas casas por todos lados, o el chico moreno de ojos marrones que estaba a un lado mío admirando el paisaje que nos rodeaba.
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Can't you see? ;malum;
FanfictionMichael está enamorado de Calum, pero él no siente lo mismo.