CAPITULO II

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Aun asimilando las palabras del doctor, me recorre como corriente eléctrica la sensación de seguir sabiendo más de mi pasado, pues hasta cierto punto no recuerdo nada; necesito saber qué fue lo que me paso y como es que llegue aquí y según el Dr. Tom Smart él no es el indicado para aclarar mis dudas. Necesito encontrar quien si lo es.

-Y mi familia está aquí también?- al momento de preguntar sobre el paradero de mi familia los compañeros del médico se miran entre si y una de las mujeres de blanco sale de la habitación sin decir ni una palabra mientras que el doctor analiza lo que me dirá pero yo solo quiero oír un si o no.

- Blake...- -Dr. Tom Smart- el doctor es interrumpido por la mujer que había salido por un instante y mi mirada se clavó inmediatamente en ella, quería saber el motivo de entrar bruscamente de nuevo a la habitación alterando a los demás presentes y por su puesto a mí.

-¿Que pasa Ross?- la voz de hombre sonó algo asustada como si supiera lo que pasaba pero su pregunta simulaba que no sabía nada al respecto.

- lo buscan en la recepción. Los tíos de la paciente de esta habitación- las palabras de la mujer me dejaron atónica, con solo decir tíos y de la paciente de este cuarto, tanto yo como el doctor nos miramos por unos breves segundos de suspenso hasta que el salió del trance y se dirigió a la puerta sin decir ni una palabra más desapareciendo por el pasillo, seguido de este los demás hombres y mujeres salieron con la misma velocidad que el médico, dejándome sola como desde un principio me sentía.

Las palabras invadieron mi mete, con tantas preguntas pero que yo misma no me podía contestar. Quería saber: ¿quién soy?, ¿mis padres viven?, ¿tengo hermanos?... esas tres preguntas seguían pasando una y otra vez por toda mi cabeza; lo claro es que si tenía familiares según la mujer mis tíos esperaban afuera.

El ruido de una puerta abriéndose se apodero de mis tímpanos, haciendo que mi mirada se enfocara en la persona que entraba; por lo que note al fijarla fue la figura de la mujer de blanco que había salido despavoridamente y entrado a la habitación sorprendiéndonos a todos, pero lo que más me llamo la atención fue su mirada, una mezcla de tristeza, dolor y desesperación que la hacían mucho más interesante, asiéndose la dueña de mi mirada de duda; la mujer se incorporó por completo, acercándose más hacia a mí con pasos cautelosos hasta que llego alado de mí sentándose en la esquina de la cama procurando no lastimarme, para poderla contemplar más de cerca y supongo que escucharla mejor.

-Hola- su voz era suave, muy diferente a su aspecto.

-Hola- salude algo dudosa

-Mi Nombre es Ross Smith y soy tu enfermera a cargo, mis deberes son ver que te encuentres bien y que no necesites nada.- eso me tomo por sorpresa, la forma en la que me lo dijo me desconcertó, pues su mirada era diferente la de hace unos momentos, no tenía idea de cómo podía cambiar su actitud tan rápido y que pareciera una conversación cualquiera.

-Creo que el mío es Blake Milton y soy una paciente aquí según el doctor Tom Smart que es lo único que me ha dicho en estos momentos.- - De casualidad, ¿tú sabes que me paso exactamente?, ¿mis padres están aquí? ¿Acaso viven? ¿Tengo hermanos? ¿Quién soy?, Dime por favor?- la mujer clavo sus ojos en mí, que al parecer se llenaron de confusión con mis preguntas; tal vez fui muy directa pero mis ansias me impedían ser paciente.

-Yo no puedo contestarte todas esas preguntas, mi trabajo es mantenerte estable y saber cómo te sientes- su voz muy segura de sí misma tratando de aparentar que no oculta nada pero yo muy bien sé que si lo hace.

-¡Dígame Señorita, yo sé que usted si sabe algo solo no me quiere decir, el doctor no me quiso informar pero usted se ve más amable que el!- ya desesperada de no saber que pasaba me incline más sobre ella inspeccionando cada uno de sus facciones y poder descubrir que me ocultaba, la verdad era que ella no era fea si no muy bonita para la edad que tuviera. Sus ojos eran de un color almendrado y su pelo dorado, que para estar restirado se veía muy sedoso.

-No puedo decir nada, el doctor se lo dijo que él no es la persona exacta para decirle lo sucedido y si él no lo es, yo lo soy mucho menos.- solo quería entender que hacía en ese lugar, que solo me daban ganas de salir corriendo.

La mujer se levanta de la camilla arreglándose la falda con las manos y la mirada en mí. – Como usted se encuentra bien, me tengo que retirar, pasare más tarde a ver cómo sigue- mi frente se frunció con sus intenciones de dejarme con mis dudas a flote y sin darme aunque sea una mínima pista.

-¡¡USTED NO SE PUEDE IR HASTA QUE ME DIGA QUE SUCEDE EN ESTE LUGAR!! -enojada por la forma de evadirme a mí y a mis preguntas, mi voz fue algo fuerte y precoz.

-Yo no sé nada, lo siento tengo que retirarme- dicho eso la mujer se dirige hacia la puerta y la cerro sin voltearme a mirar, haciéndome perder los estribos y las ganas de gritar no están demás. Necesito saber que sucede ya no aguanto más, mis nervios están hasta el tope de ser controladas y todos los que entran no son los indicados para informarme, espero que el próximo que entre por esa puerta si lo sea.

HOLAAAA.... :D  ESTE ES YA EL SEGUNDO CAPITULO Y ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO , Y SI ES ASI NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, NO SEAN TAN DUROS CON MIGO RECUERDEN QUE ES MI PRIMERA HISTORIA   xD  

P.D. MUY PRONTO PRÓXIMO CAPÍTULO.

GRACIAS A TODOS XOXO 

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