¡Idiota tú abuela!

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Narra Lluvia

Dicen que las palabras son como dagas, muchas veces las encajamos en el alma, sin siquiera percatarnos de lo que estamos provocando, eso hice yo, acabo de destrozar el corazón de una buena persona, sin previo aviso le he arrancado las ilusiones una por una, he sido lo que nunca quise ser y todo por que no tuve el tacto para hablarle.
Pero vamos, para decir las peores noticias, es imposible tener tacto, en cuanto más  vueltas le das al asunto, más demuestro que estoy buscando una solución.
Alex no me mira, no habla, podía verlo en sus ojos, era enojo, confusión y tristeza- Levanta un poco la mirada- desearía no haberlo visto, si antes estaba dibujada una sonrisa ahora solo veía una sombra.

-Ya no...- Arrastra las palabras. No logra terminar la frase, la deja flotando.

-No...-Evito míralo- Esto no es así Alex, si antes sentía algo por ti, ahora solo te veo como mi amigo.

-¿Ahora?, santo cielos Lluvia- me desconcierta que me diga así, suena de una manera fría- Tu me dijiste que te gustaba, deje a Mayte por ti y todo para que...

-Tu lo has dicho gustaba, es más no era verdad, solo confundí mis sentimientos y por favor, tú no dejaste a Mayte, ella te termino.

-Pensé que tú eras diferente.

-No me vengas con eso, Alex, entiende que  las cosas no simple te saldrán bien- Además sabes que no quiero novio y además no me dejan- el ríe, una risa amarga y cruel.

-Si él te lo dijera no fuera así...

-Alex..

-¿Crees que no me di cuenta?, estuviste lanzándote miraditas con él, toda la tarde- me quedo callada, no puedo negar que eso pasó, pero, eso a Alex no le incumbe.

-Irónico ¿No?, la chica inocente, sacó su lado puta- no lo vi hasta que tenía mis nudillos rojos e hinchados, la Sara de Alex voltea había un lado, y sus mejillas coloridas, mi puño se había estrellado en su cara.

-¡PERRA!

-Ve a llamarme a sí a tú hermana- la furia se arremolinaba- ¡ERES UN IMBESIL!

Me aleje de él, no podía pensar en nada más que en sus frías palabras que resonaban en mi cabeza, Alex me había insultado como nadie lo había hecho. Él era mi amigo, ¡Amigo! Pues vaya amigo. Caminó mas deprisa cuando oigó pasos tras de mi... -Ha de ser el tonto de Alex- volteó pero me doy cuenta que no es el...
Dos tipos de la misma edad que yo, sonríen de una manera aterradora, no visten muy bien que digamos, esto no me gusta nada.

-Hola nena- uno de ellos habla, es moreno y alto, no es gordo ni flaco- ¿Por qué tan solita?- Sus palabras me causan escalofríos.

-Te debe valer lo que haga- dijé enojada.

-No debieras estar tan sola, te acompañaremos- dicé el otro; él de piel más clara, ojos grandes saltones, y es mas gordo.

-Estás tonto o te haces, yo me voy sola- ¿Tenía miedo? No, jamás...bueno tal vez un poco...bueno si. Tenía mucho miedo, pero no debía de darlo a relucir.
Comienzó a pensar que hacer, si correr como loca hasta llegar a mi casa, simplemente rogarle a Dios, o golpearlos  y arriesgarme a que me hagan daño.

*Rocíalos con tu gas pimienta*

¿Qué? Si tuviera ya lo habría echo

*Pero que tonta Lluvia, ¿Salir de casa sin gas pimienta? Mejor diles que te matén.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2015 ⏰

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