SIN TI

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Este Cap. Tiene partes +18

Todo se tornaba ante mí de un color gris, no podía entender la razón por la cual Alex era intermitente con relación a sus sentimientos. Un día era el hombre más maravilloso del planeta y al otro... era indiferente, cruel.

No quería conformarme con solo una versión limitada, lo quería todo. Pero él no lo daría, o por lo menos no lo intentaba. Así que debía impulsarlo, darle un pequeño pero no insignificante empujoncito. De una u otra manera, tenía que hacerle entender lo que podía perder y por esa razón invité a Derek a la fiesta.

Me sentía sucia queriendo darle celos con mi amigo. Pero... Casos extremos, medidas extremas ¿O no era así?. Pienso que lo que formulaba en mi cabeza, ese plan, era inofensivo.

-Vamos espíritu de vagancia, sal de este cuerpo trabajador.-gritó Nick desesperado por no querer limpiar la cocina. Labor que le tocaba este día.

-No te quejes Nick.-le reclamé.-solo tienes que hacerlo una vez por semana.

Refunfuñando maldiciones a diestra y siniestra continúo con su trabajo. Me senté en la meseta de la cocina a desayudar mi delicioso cereal de Miel.

Hoy era el gran día. Pensé con poco entusiasmo.

Eliot, Nathalia, Nick y yo iríamos a la fiesta con otros amigos de la universidad. Alex nos seguiría como perrito faldero. Alegando que solo iba por cuidar de mí y también de Nat.

La mencionada aún estaba molesta conmigo porque según su teoría, yo estaba más ciega que un topo, y como estos carecen también de pabellón auricular, bueno, pues además de ciega, soy sorda.

Así, señores, saluden a la chica TOPO!!!!

Pensé en un traje de heroína con una insignia de topo y sacudí mi cabeza para sacar esos absurdos pensamientos.

-Nick...

-¿mmmmm?.- Gruñó el matemático.

Pensé que podría ayudarlo pero me retracté. Que viva solo su tortura.

-Olvídalo.-terminé mi desayuno y volví a mi habitación.


En la noche, estaba atareada con el maquillaje que llevaría. En estos momentos extrañaba mucho a Nat. Yo no era muy diestra en estos casos. Queriendo llegar a la belleza más no a la perfección, ya que eso se lo dejaba a mi Eneamiga, maquillé mi rostro lenta y cuidadosamente. Cuando terminé, me coloqué el vestido turquesa que había comprado y unos tacones color beige de 10 centímetros. Mi peinado era otro cantar. Así que solo lo dejé caer en suaves ondas por mis hombros.

Me miré en el espejo y una sonrisa malévola se me escapó. Definitivamente iba con todo.

Cuando salí de la habitación los chicos estaban esperándome en el salón.

-Por fin salió la cenicienta.-soltó Eliot subiendo las manos en forma de súplica.

Le saqué la lengua al loquito de mi amigo. Últimamente estaba muy extraño. Todo va bien hasta que le mencionas a Nathalia. ¿Coincidencia? ¿Algo hay? Eso tendría que averiguarlo.

Alex que estaba distraído con su celular, alzó la cabeza y me miró. Sus rasgos duros se suavizaron al pasar sus ojos por mi cuerpo. Un escalofrío me recorrió y solo pude concentrarme de manera descarada en su atuendo.

Dioss...

El hombre sabía cómo llamar la atención. Con sus jeans, camisa negra remangada hasta los codos y sus botas. Parecía un dios griego. Qué lástima que no podía tocar como quería ese cuerpo tan duro, perfecto, calient..

Besos De MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora