Capitulo8

46 1 0
                                    

¿Que si estaba bien?, ¿y a el, que le importaba?. En todo caso tenía que ser amable, como niño rico e imagen educada que tenía que dar había salido a disculparse.
Yo me había escondido aquí, solo por que no puedo conducir, y no puedo largarme, cuando hubiera visto a mi madre salir no hubiera tardado en meterme al coche.
Lo miro, se a puesto una camiseta, y lleva una toalla en la mano, no me acuerdo si la llevaba antes, pero se que la ha utilizado para secarse el sudor que caía por su frente.

-Si, no es nada. Estoy bien. -consigo pronunciar, pero no ha sonado nada convincente, lo se.

El se sienta en frente mía, y apoya su espalda en el muro que rodea su preciosa casa, se me queda mirando, y yo me siento muy observada tiene las rodillas pegadas al pecho, y no muestra expresión alguna, solo me mira.

-¿Sabes una cosa? -me dice al final después de unos minutos bastante incómodos de silencio.
Yo niego con la cabeza, pero sin decir nada, y el hace una larga pausa y sigue hablando.

-Hacia mucho tiempo que no veía a Ana, yo he estudiado fuera, ¿sabe?. Ana era la prima mas cercana que he tenido pero nuestra relación, toda la vida ha sido pésima, nos hemos llevado muy mal, al igual que bien, era la hermana que nunca tuve, al igual que yo su hermano. -hace una pausa, resopla. No se por que me esta contando esto, pero yo también lo suelo hacer con Paula, y sienta muy bien.

-Bueno vino la pequeña Rosa, pero no era lo mismo, yo era lo mas parecido a un amigo y a la vez hermano mayor que tenía.
El año pasado yo termine la carrera de derecho, y como soy hijo de quien soy... -hace una mueca, y y dobla los dedos entre comillas. -Pues me salieron varios casos, claro pero de nivel, y ¿sabes que? -vuelvo a negar con la cabeza. -Ana, no estaba de acuerdo, decía que estaba defendiendo a ladrones que se estaban quedándose con el dinero de los que menos tenían, ya sabes, políticos y eso.
No le dedique ni un solo segundo a preguntarle como estaba, no le dedique ni un solo segundo por teléfono, cuando me llamaba para preguntarme si salíamos al cine. Nunca he tenido un hermano de sangre, ella era lo mas parecido, y no lo aproveche, ella no quería que me dedicara esto, odiaba el mundo en el que estaba metido. Por eso decidí, cuando me entere de todo, no volver a dedicarme a esto, siento que ayas pensado que todo era por ti.

Ahora lo entiendo, me siento culpable y a la vez egoísta, por haberle hecho salir y pasar este momento tan incomodo conmigo, no ha sido nada fácil para nadie que conociera a Ana, y me estoy poniendo como si yo fuera el centro del mundo, como si todo girara a mi al rededor, soy una estupida egoísta.

-lo siento. -Consigo decir, y creo que lo digo con toda sinceridad, es verdad que el se a abierto a mi y yo no e dicho nada, quiero explicarme, pero no puedo.

-no tienes que sentirlo, ¿vale?.

Entonces levantamos la cabeza a la vez, por unos minutos se cruzan nuestras miradas, pero entonces el se levanta y hace una seña con la cabeza de despedida y se va, yo hago lo mismo y me quedo sentada en mi sitio, pensando en que había pasado. Ante su mirado no podía hacer ni decir nada, tiene un aspecto desenfadado y una voz tan dulce... No ya vale Olivia, ya esta bien, tiene que ser mucho más mayor que tu, además no querrá volver a verte.
Bajo esos ojos me he sentido observada por dentro, y como si mis pensamientos estuvieran desnudos y pudiera leerlos con toda facilidad, mis bellos se an puesto de punta, y he sentido calambres por cada extremidad de mi cuerpo.

Pasa un rato y aun estoy sentada bajo esta palmer gigante, estoy desesperada y mi imaginación trabaja por si sola. Me acuerdo de mi teléfono. Lo saco de mi bolsillo de los pantalones y lo enciendo, entonces en su proceso, oigo unos gritos, habría pasado una hora desde mi conversación (entre comillas) con Carlos, me levanto, dejando el movil a un lado para que se cargue y me asomo detrás de la palmera, que al ser tan grande y con tal grosor, me tapa completamente.

¿ culpable ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora