Capítulo 2 †

4K 286 11
                                    


Aquellos vampiros legaron a una mansión, esta se parecía a los castillos embrujados, de aquellos que te hacían sentir miedo con tan solo mirarles desde fuera.

Entraron a aquella mansión, donde estaban otras personas también esperándoles.

—¿Por que los han traído? Les dije que trajeran humanos ya que los cazadores nos están pisando los talones —se quejo uno de aquellos hombres que le estaban esperando.

—Nos estaban espiando Dante, si les dejábamos, podrían haber informado a los cazadores.

—¿Por que no solo los mataron? —hablo otro hombre de los que estaban ahí.

—Porque estos tres podrían ayudarnos a alimentarnos, no será una buena idea que en vez de solo utilizar a Samuel fueran mas, ¿tú que creses Samu? —Jade miro al nombrado.

—En eso tiene razón Dante, los podríamos utilizar de alimento, no podemos darnos el lujo de desperdiciar cuando estamos luchando —la mujer les interrumpió.

— Les haré caso —dijo este resignado —. Llévenlos a las habitaciones de arriba, así podremos detenerlos si se les ocurriera la idiotez de escapar.

Los tres cargaron a los jóvenes y se los llevaron, los dejaron en el suelo de una habitación del segundo piso como les había indicado Dante, se pusieron de acuerdo en quien se quedaría a cuidar que no escaparan, a lo que Jade se ofreció y se quedó sentada en la gran ventana que tenía aquella habitación, la luz de la luna le daba un brillo excepcional a sus cabellos rojos.

Empezó a examinar a los tres humanos, uno media lo mismo que ella, era el mediano de los tres, tenía el cabello castaño claro, era medio largo ya que le llegaba por debajo de las orejas y cuando los vio conscientes pudo ver unos ojos verdes esmeralda. La siguiente que vio fue a la rubia, era bajita, como de uno cincuenta, su cabello llegaba por debajo de los hombros, pudo ver sus ojos azules obscuros antes de desmayarse. Y llego con el pelirrojo, era más alto que ella, podría medir al menos uno setenta, su cabello rojizo le llegaba por debajo de las orejas y tenía los ojos azules unos tonos más claros que la rubia.

Algo en su mente hizo un click ya que reconocía a uno de ellos y no podría ser más que un alimento, algo le dijo un rotundo "no", pero en estos momentos no podían desperdiciarlo, los vampiros estaban cayendo ante los cazadores y además que se lidiaba una pelea por los territorios de alimento, lo que causaba que cualquiera de ellos pudiera morir, ya sea a manos de cazadores o de los vampiros rebeldes.

— ¿Qué demonios estas pensando Jade? —se dijo a sí misma en un susurro.

Se estaba volviendo loca tal vez.

(...)

El primero en levantarse fue Dereck, desorientado miro su alrededor, asustado por no reconocer ay los hechos que habían pasado antes le hicieron asustarse más, observo a sus amigos que aun estaban inconscientes y el miedo seguía apoderándose de él.

— Si que eres un mortal muy fuerte pequeñín —escucho la voz de aquella mujer que vio —, despertaste más rápido que tus amigos y otros humanos que hemos traído.

Estaba sentada en el umbral de la ventana, con sus piernas subidas a esta también, su mirada estaba perdida en el cielo obscuro, mientras que la luz de la luna le daba en el rostro y hacia que sus ojos (que se le hicieron hermosos en ese momento) se volvieran más claros, parecía la típica chica enamorada, solo que en este caso esa típica chica enamorada era un vampiro, una criatura que si te descuidabas, podía matarte en un par de segundos.

El Trato De Lawliet [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora